La solidaridad tras el fuerte terremoto que sacudió México el pasado 19 de septiembre y dejó tras de sí 369 muertos, también deja huella sobre los precios. La inflación, uno de los indicadores de la economía mexicana que peor se ha comportado en los últimos meses, moderó su subida en septiembre hasta el 6,35% anual. Esta cifra, la más baja en tres meses, contrasta con el incremento del 6,66% registrado un mes antes. El presidente de la oficina estadística mexicana, Julio Santaella, ha reconocido que la variación de los precios en septiembre «captura» la gratuidad de servicios como transporte y comunicaciones decretada por algunas empresas mexicanas tras el sismo de 7,1 grados que golpeó el centro del país. El consenso de los analistas situaba la inflación en el 6,47%, más de una décima por encima de la lectura real.
Las tarifas de metro y tren ligero registraron una caída de precios del 23% en septiembre respecto al mes anterior después de ocho días de gratuidad en la capital; el coste de los servicios profesionales se redujo un 12% después de que muchos abogados, ingenieros o arquitectos fijaran sus honorarios en cero para ayudar a los damnificados por el terremoto y las tarifas de telefonía móvil cayeron casi un 4% intermensual, con las principales compañías del país ofreciendo sus servicios de forma gratuita a todos los usuarios de las zonas afectadas —entre ellas, la capital— entre el 19 y el 30 de septiembre.
A la disposición de tarifas gratuitas o ventajosas en telefonía móvil e Internet o en el transporte público de la Ciudad de México —que fue gratuito durante más de una semana para facilitar las tareas de rescate y la movilidad de los capitalinos tras la catástrofe—, se sumó también el abaratamiento de frutas y verduras y de las tarifas de autorizadas por el Gobierno. Al tener ambos un peso importante en el índice general de precios, facilitaron la moderación inflacionista en el noveno mes del año. El jitomate, cuyo precio medio de venta se contrajo en un 20% respecto a agosto, el tomate verde (-18% intermensual), el plátano (-11%) y el aguacate (-7%) aligeraron ligeramente la factura de la compra para las familias mexicanas y mitigaron parcialmente su reciente pérdida de poder adquisitivo. El caso del aguacate es especialmente paradigmático, ya que ha sido uno de los alimentos que más han contribuido al aumento del índice general en los últimos meses. En el lado contrario, la cebolla (+45%) y la papa (+17%) presionaron al alza al índice general de precios.
«El máximo lo vimos en agosto; este dato es un claro punto de inflexión», valora Jonathan Heath, analista independiente y ex economista jefe en México de varias instituciones financieras globales y consultoras internacionales. «Tanto la inflación subyacente como la no subyacente registraron tasas negativas en la segunda quincena de septiembre, y eso quiere decir algo». El índice subyacente —que excluye del cálculo los productos agropecuarios y energéticos, así como las tarifas autorizadas por el gobierno, rubros mucho más volátiles que el resto de la canasta— registró un aumento del 4,8%, por debajo del 5% registrado un mes antes.
«En la bajada de la inflación también han influido los precios de los productos pecuarios, de los boletos de avión y de los paquetes turísticos, que disminuyeron en la segunda quincena de septiembre», valora Heath, que prevé, no obstante, un cierto repunte en octubre de aquellos rubros —como transporte y telefonía— que mejor se han comportado el mes pasado. «Subestimamos el impacto de la oferta de servicios gratuitos en la Ciudad de México a raíz del terremoto», reconocen los analistas de Citibanamex en una nota remitida a clientes. Su previsión de cierre de año permanece en el 6,2%.
Descontando la incidencia de la gratuidad de algunos servicios tras el potente temblor y la corrección a la baja de varios alimentos, la mayoría de analistas coincide con Heath en que este dato un punto de no retorno —que el Banco de México lleva meses anticipando— en la tendencia alcista de los precios. Aun dando por bueno ese pronóstico, sin embargo, cabe destacar el encarecimiento en la canasta de productos sigue batiendo ampliamente las cifras del mismo periodo del año pasado: en septiembre de 2016, la tasa a la que subían los precios era menos de la mitad de la registrada el mes pasado.
Pese a la mejoría, la lectura de septiembre supera con creces el rango que el banco central mexicano tiene como objetivo para la política monetaria: de entre un 2% y un 4%. Para frenar la escalada de los precios —que convierte a México en una rareza en el mundo industrializado, donde la inflación no termina de despegar pese al regreso del crecimiento económico— el instituto emisor ha optado por una política restrictiva, con siete subidas consecutivas de las tasas de interés que han llevado el precio del dinero al 7%. En contraste, en EE UU los tipos están en la horquilla de entre el 1% y el 1,25% y en la eurozona permanecen en el 0%, su mínimo histórico.
Información de El País
https://elpais.com/economia/2017/10/09/actualidad/1507560507_717524.html