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Pese a que el próximo viernes el notario público número uno Raúl González Velázquez, recibirá la devolución del juego de sus libros de escrituras y actas notariales, lo que se conoce legalmente como protocolo, que le fueron decomisados por autoridades estatales, al ser suspendido de sus funciones como fedatario en febrero de 2016, todo parece indicar que por consigna la Fiscalía General ha iniciado ya en su contra otras denuncias penales.
La devolución del protocolo al notario número uno es resultado de la resolución del Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal y Administrativa del Decimoctavo Circuito, con sede en Cuernavaca, como respuesta al juicio de amparo que presento el propio afectado, ante el abuso de poder ejercido por el gobernador Graco Ramírez.
Sin embargo, trasciende, luego de que de manera extraoficial se lo han revelado al agraviado que ante el hecho de que el notario número uno ganaría el amparo contra el abuso de autoridad, por órdenes expresas del Ejecutivo Estatal, este habría indicado al Fiscal General, Uriel Carmona Gándara, contra el Fedatario.
De la misma manera trascendió que ante la consigna gubernamental, se asignó “un fiscal especial del caso”, que se dedicó a “recabar quejas y denuncias” contra Raúl González para iniciarle un proceso penal y administrativo.
La intención del Ejecutivo Estatal es utilizar a la Fiscalía General, para que se judicialicen “las denuncias” contra el notario número uno al tiempo en que la Secretaria de Gobierno le imponga sanciones administrativas “por estas denuncias”, para justificar la decisión gubernamental de quitarle la patente de notario, evidenciando así como desde las más altas cúpulas de poder se utilizan las instituciones para actuar por consigna y por encima de la ley.
En su momento, el delegado del Comité Ejecutivo Nacional del PRI en Morelos, José Luis Márquez denunció que la suspensión del notario era consecuencia de una persecución del gobierno de Graco Ramírez en venganza porque Raúl González escrituro una casa adquirida por la entonces candidata a la presidencia municipal de Cuernavaca, Maricela Velázquez, en el proceso electoral del 2015, que ella había auto adquirido por medio de su empresa inmobiliaria y que también estaba detrás de esta consigna, el también candidato en aquel año a la alcaldía de la capital del estado Jorge Messeguer.
