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Fue un 8 de septiembre del año de 1998 cuando se publicó el decreto de la Reserva de la Biosfera Sierra de Huautla (Rebiosh) en el Diario Oficial de la Federación, impulsado por un grupo de académicos e investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), y desde entonces el Centro de Investigación en Biodiversidad y Conservación (CIByC) ha sido coadministrador del sitio en conjunto con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
Marco Aurelio Meneses Valencia, coordinador operativo de la Rebiosh del CIByC, explicó que a través de estos años, se ha contribuido tanto a la conservación de los recursos naturales como al bienestar de los pobladores mediante programas de subsidio, a través de la Conanp.
“Hemos trabajado estos 20 años en proyectos de conservación como ollas de agua, represas, cisternas, bordos, desazolves, plantaciones, reforestaciones. Asimismo, hemos trabajado para promover e incentivar la conservación del maíz criollo y proyectos de acuacultura y apicultura, mismos que fortalecen la economía de los pobladores”, dijo.
Meneses Valencia explicó que en conjunto con otras dependencias del sector ambiental como la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), se han impulsado programas de monitoreo y vigilancia comunitaria, uso y aprovechamiento de manera sostenible de los recursos naturales y viveros de plantas nativas.
Marco Aurelio Meneses agregó que las alianzas con organizaciones de la sociedad civil han sido parte fundamental del trabajo pues eso ha permitido atraer recursos para la conservación.
Por las acciones anteriores, la Rebiosh fue ratificada como miembro del programa Hombre y biosfera de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por su siglas en inglés), al cumplir con aspectos fundamentales como la conservación del área y el bienestar de sus pobladores.
Finalmente, destacó que en estos veinte años el CIByC ha contribuido a que con los recursos federales se apoyen a las comunidades, detallando que en los últimos diez años se han obtenido 18 millones de pesos, los cuales son administrados directamente por los beneficiarios, “quienes juegan un papel fundamental y han adquirido un compromiso con el cuidado y aprovechamiento de manera responsable de sus recursos”, concluyó.
