Personal de la Fiscalía Regional Metropolitana, tras la denuncia y la integración de la carpeta de investigación correspondiente logró vincular a proceso a una mujer de nombre Griselda «N» de 44 años de edad, por el delito de trata de personas cometido en contra de una menor de edad de origen guatemalteco.
Todo ello luego de que en el mes de noviembre del año 2018 en el Municipio de Mérida en el Estado de Yucatán, la hoy imputada, Griselda “N”, contacto a una menor de 16 años originaria de Guatemala, quien se dedicaba a la venta de productos congelados.
Griselda convenció a la menor de acudir a su domicilio en donde tenía un negocio tipo Spa ubicado en la Colonia Gran Santa Fe Norte, en Mérida Yucatán, donde le ofreció a la menor un servicio sin costo y a partir de ese día, comenzó a hacerle llamadas telefónicas para que acudiera a su negocio con la promesa de comprarle sus productos.
Pero en el mes de diciembre del mismo año, la mujer le ofreció a la menor, trabajo limpiando su domicilio y cuidando de sus dos menores hijos, incluso viviendo la menor en el mismo domicilio, lo que la víctima aceptó.
Pero a partir del mes de enero de este año, en repetidas ocasiones, Griselda le propuso a la menor víctima tomarle fotografías con vestidos y maquillajes que ella misma le proporciona, realizando varias sesiones para tal fin, pero además para que cumpliera la ordenes de la mujer la menor era golpeada y amenazada con avisar a las autoridades migratorias si no colaboraba.
Por medio de las agresiones físicas y psicológicas, la menor fue obligada a viajar a la Ciudad de México donde de la misma manera fue obligada a mantener relaciones sexuales en varias ocasiones con distintos hombres en distintos hoteles de la capital del país.
Pero a partir del mes de mayo de este año, Griselda viaja con su víctima a esta ciudad de Cuernavaca, en donde por igual la obliga a continuar realizando sesiones fotográficas con contenido erótico diciéndole que las venderían a distintas personas, además de ser obligada a mantener relaciones sexuales, lastimándole las piernas con agujas y con una máquina de descargas eléctricas.
Fue así que desde el mes de mayo hasta este mes de octubre, Griselda mantiene en la Ciudad de Cuernavaca a la menor de edad, a quien le sigue tomando fotografías y obligándola a mantener relaciones sexuales, pero el día 9 de octubre le propone hacer un trío sexual.
Pero ante la negativa de la menor, Griselda la tortura con la máquina de descargas eléctricas, logrando la víctima arrebatar y tirar por una ventana dicho aparato y ante los gritos de amenaza de la agresora, acudió a la habitación el gerente del hotel en compañía de efectivos policiales, ante quienes señaló que la menor era se encontraba de manera ilegal en el país.
Fue así como la adolescente fue trasladada a las instalaciones de migración y posteriormente ante el Ministerio Público especializado en Trata de Personas, dependiente de la Fiscalía Regional Metropolitana, en donde se le atendió al integrar la carpeta de investigación, se obtuvo de un Juez de Primera Instancia de Control, Juicio Oral y Ejecución de Sanciones del Primer Distrito Judicial del Estado de Morelos, la orden de aprehensión correspondiente.
En cumplimiento al mandato judicial, agentes de la Policía de Investigación Criminal, adscritos al área de delitos sexuales y trata de personas, lograron la ubicación y detención de Griselda “N”, en la Carretera Federal Cuernavaca-México, a la altura del Poblado de Santa María Ahuacatitlán, municipio de Cuernavaca, y de inmediato fue puesta a disposición del juez al interior del Centro de Reinserción Social “Morelos”, ubicado en el Poblado de Atlalcoloaya, perteneciente al Municipio de Xochitepec.
En la audiencia correspondiente, el juez de la causa valoró las pruebas aportadas por la Fiscalía Regional Metropolitana, encontrando elementos suficientes para vincular a proceso a Griselda “N” por el delito de trata de personas y concediendo dos meses para el cierre de investigación complementaria, haciendo prevalecer la prisión preventiva como medida cautelar.
Mientras tanto, a la menor víctima se le brindan los mecanismos de atención y protección que corresponden, para continuar con el procedimiento judicial en contra de su agresora para posteriormente establecer su situación ante las autoridades del Instituto Nacional de Migración.