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De acuerdo con datos de la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (Conabio), la Reserva de la Biósfera Sierra de Huautla (Rebiosh) es el área natural protegida con menor deforestación de la zona centro del país en los últimos cinco años, donde se han reportado nuevas especies de insectos, hongos, flora y fauna que no se sabía que habitaban en esta región, zona coadministrada por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), a través del Centro de Investigación en Biodiversidad y Conservación (CIByC).
Esta mañana en el auditorio de la Biblioteca Central, se llevó a cabo la ceremonia de conmemoración por los 20 años del decreto de la Rebiosh, a la que acudieron autoridades universitarias encabezadas por el secretario académico, Mario Ordóñez Palacios, así como invitados de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), quienes reconocieron los avances y los altos niveles de conservación en la zona.
Mario Ordóñez, felicitó al CIByC por estos años de trabajo en la reserva beneficiando a las comunidades a través de proyectos de subsidio federal y destacó que las tesis de licenciatura, maestría y doctorado de los estudiantes de la UAEM son producto del trabajo en equipo.
“Es importante que la Universidad siga haciendo investigación en beneficio de la sociedad, se han formado estudiantes en todos los niveles pero aún hay mucho trabajo por hacer, estos años que sirven de reflexión hemos hecho muchas cosas buenas que se puedan mejorar y seguir impactando en el ambiente”, dijo Ordóñez Palacios.
Elizabeth Arellano Arenas, directora del CIByC, destacó estos años de trabajo y exhortó a la comunidad universitaria a seguir trabajando en beneficio de las comunidades como una responsabilidad de la institución.
Durante el acto se destacó que esta reserva es la tercera más grande de selva seca en México, misma que comprende cinco municipios de Morelos, 32 comunidades, mil 122 especies de plantas nativas y silvestres, 2 mil 200 de insectos, de los cuales 325 son de mariposas diurnas, 52 reptiles, 208 de aves y 66 de mamíferos, incluidos seis felinos mexicanos.
Durante su intervención, Juan Ramón Acosta Cabreros, representante de la Semarnat, dijo que las comunidades han jugado un papel fundamental y el hecho de ubicarse en zonas antropizadas hace más complejos los procesos bioculturales, sin embargo, destacó el esfuerzo que se ve en las 50 mil hectáreas conservadas de las 60 mil que comprende esta zona.
Por su parte, Silvia Martínez Martínez, comisariado ejidal de La Tigra, del municipio Puente de Ixtla, externó su agradecimiento al CIByC y a la Conanp por el apoyo brindado que ha sido de mucha utilidad para este poblado.
“Pertenecer a la Rebiosh es una satisfacción, valoramos a las instituciones que nos apoyan porque eso nos ayuda a tener proyectos que nos benefician económicamente, pero sobre todo, a utilizar nuestros recursos con responsabilidad”, dijo.
Durante esta ceremonia se develó una placa conmemorativa alusiva a las dos décadas del decreto de la reserva, con trabajo desde hace tres décadas a través del entonces Centro de Educación Ambiental e Investigación Sierra de Huautla, con la colaboración de estudiantes, investigadores, pobladores, gobierno y organizaciones civiles.
A esta ceremonia también acudieron Gloria Tavera Alonso, directora regional centro y eje neo volcánico de la Conanp; Dalila Morales Sandoval, diputada local presidenta de la comisión de medio ambiente, así como estudiantes, investigadores, directores de distintas unidades académicas y pobladores de los cinco municipios que comprenden la Rebiosh.
