El grito de ¡verdad, justicia, paz! resonó 50 veces en medio del silencio con el que caminaron miles de personas durante la última jornada de la Caminata convocada por Javier Sicilia y la familia LeBarón.
Caminaron en Silencio, dijo Sicilia, para demostrar que las víctimas de la violencia no son un show.
Los dos primeros días la movilización, que salió de Cuernavaca y avanzó sobre la autopista que comunica a Morelos con la Ciudad de México, estuvo llena de consignas y pronunciamientos.
El tercero, en la explanada de la denominada Estela de Luz, la voz de poetas, cantantes y víctimas se hizo escuchar en un evento cultural, una pausa, dijo Javier Sicilia, un momento de reflexión.
“La poesía ancestralmente es la custodia de la palabra, es la voz de la tribu, es la que preserva el sentido, cuando los sentidos que preserva la poesía se prostituyen con los discursos de mentira, con la violencia, con la malversación del lenguaje, las sociedades se violentan, se pierden, se corrompen. Hemos decidido darle este hueco a la poesía, a la palabra, al sentido, a los poetas que custodian el sentido y es un momento de pausa para acompañar las otras pausas de la caminata, el detener el tiempo para detener la prisa, detener la velocidad, detener el horror y obligar a la reflexión”, explicó.
Pero este domingo, el cuarto día de la Caminata, predominó el silencio.
Durante la jornada solo en cinco ocasiones se escuchó fuerte la voz de las víctimas.
Frente a los “antimonumentos” de los casos Guardería ABC, 43 Normalistas de Ayotzinapa, los jóvenes secuestrados David y Miguel, el feminista y el del movimiento estudiantil del 68 los participantes gritaron 10 veces en cada punto la frase “verdad, justicia, paz”.
Frente al antimonumento de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Melitón Ortega, presidente del comité de padres de de los jóvenes, se solidarizó con la Caminata.
Ahí habló de la importancia de vincular las luchas de las víctimas de la violencia de este País.
“Los padres de familia de los 43 y muchas víctimas de este País decirles a ustedes que les damos el combativo saludo, pero decirles también que estamos con ustedes en su dolor, en su lucha día a día, que no están solos, que estamos con ustedes, porque el dolor que traen ustedes es el mismo dolor de las madres y los padres y familiares de los 43 de Ayotzinapa.
“Hoy hace falta vincular las luchas de las víctimas, es importante porque no podemos luchar de manera separada”, expresó Melitón Ortega.
A su paso y durante casi cuatro horas de caminata, familias y colectivos se sumaron a la movilización.
María Guadalupe Aguilar, madre de José Luis Arana, desaparecido desde el 17 de enero de 2011 en Tonalá, Jalisco, integrante del colectivo Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos Jalisco (Fundej), dijo que se sumaron a la caminata para exigirle al gobierno federal que regrese el estado de derecho.
“Porque los queremos en primer lugar en nuestros hijos, porque queremos que gobierno federal nos regrese nuestro estado de derecho, porque queremos que cumplan las promesas, porque no es posible que en mi caso, llevo tres presidentes y sigue siendo lo mismo, o peor”, expresó.
A su llegada al Zócalo de la Ciudad de México, a 50 metros del templete donde concluiría la movilización, se registró el único incidente desde su salida en Cuernavaca.
Un grupo de simpatizantes del Presidente López Obrador que recababa firmas para promover juicios en contra de los ex presidentes de México confrontaron a los activistas de la caminata.
“Esto es una provocación, nosotros hemos estado aquí más tiempo, a ustedes ya los recibió el Presidente”, gritó uno de los lopezobradoristas segundos antes de que comenzaran los empujones en contra de un grupo de personas que con lazo resguardaban a los asistentes a la Caminata.
Las personas encargadas de la logística de la marcha pidieron a los participantes no responder a los gritos de los simpatizantes del Presidente.
“Vamos a quedarnos aquí sin gritar, vamos a esperar un poco, nadie conteste nada, nadie contesta nada, nos vamos a quedar aquí en silencio, por favor, le pedimos a toda la gente que no nos griten, no nos agredan, no queremos agredir a nadie, respétennos por favor”, dijo Magdiel, quien también pidió levantar el puño izquierdo como respuesta a la confrontación.
Tras varios minutos de empujones, la caminata rodeó a los lopezobradoristas por lo que finalmente Javier Sicilia, los LeBarón y representantes de colectivos de víctimas lograron llegar al templete, donde concluyó la movilización.
Ni Javier, ni los LeBarón ingresaron a Palacio Nacional al encuentro con el Gabinete de Seguridad y con la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
Durante todo el mitin con el que concluyó la caminata los simpatizantes del Presidente no dejaron de gritar consignas en contra de las víctimas y sus organizaciones.