El investigador de la Facultad de Ciencias Biológicas (FCB) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Luis Gerardo Ávila Torresagatón, consideró que no identificar el origen del nuevo coronavirus, genera desinformación y en consecuencia, puede provocar que los murciélagos sean aniquilados, cuando en realidad representan un beneficio ambiental al planeta.
El profesor investigador, especialista en conservación de mamíferos, específicamente del murciélago, explicó que todos los organismos son portadores de una serie de virus o bacterias que no necesariamente son patógenos para ellos, porque son parte de su diversidad, tal como ocurre con los humanos y su flora bacteriana, pero hay otros casos en que las otras bacterias eventualmente pueden mutar, saltar y afectar a los humanos.
Aseguró que la ciencia ha establecido que el coronavirus puede dispersarse a través de animales y que en el mundo hay alrededor de 10 mil especies de aves y 4 mil de mamíferos, por lo que existe una altísima probabilidad de contagiarse con estos patógenos.
“Hasta hora no se sabe que sean los murciélagos la fuente del virus, es posible pero no hay certeza, existen investigaciones recientemente publicadas en Australia que señalan a los pangolines, pero no lo sabemos del todo”, dijo.
Luis Gerardo Ávila agregó que en el caso de los murciélagos, son más de mil 400 especies en el mundo, “evidentemente deben tener una serie de bacterias que no conocemos y son exclusivas de ellos, pero que son consumidos sobre todo en Asia y África por sus proteínas”, dijo.
Ávila Torres Agatón, afirma que los murciélagos ayudan a la polinización, la dispersión de semillas sobre todo en el trópico, pero se les ha culpado por ser organismos nocturnos relacionados con rituales de santería, cuando en realidad generan más beneficios que perjuicios.
Manifestó su preocupación por la difusión de que los murciélagos son el posible portador del virus, lo que motiva desinformación y podría provocar que se les persiga de manera irracional y los maten, o quemen sus refugios, lo que afectaría otras especies que se encuentran en los sistemas subterráneos, cuyos ecosistemas viven más de cinco especies de murciélagos, reptiles, aves y peces.
El investigador recomendó no tenerles miedo a los murciélagos pero evitar el contacto porque sí tienen otras enfermedades, además acercarse a la información de la UAEM y de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), quienes junto con autoridades ambientales del estado, realizan actividades para la educación ambiental o conservación.
De acuerdo con el investigador, en Morelos existen 56 especies, 40 por ciento de las especies de México y son alrededor de 35 mil murciélagos que habitan a lo largo del territorio, el mayor número se concentran el sur de selva seca, donde existe el mayor número de cuevas para refugios.