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En dos semanas más terminará la cosecha de arroz en la zona sur de Morelos con una producción estimada en promedio de diez toneladas por hectárea.
En entrevista, Jesús Solís Alvarado, informó que las lluvias de este año resultaron benéficas ya que las espigas registraron un mayor crecimiento y en consecuencia un grano de más calidad.
Ante las especulaciones de varios productores de arroz que advirtieron de pérdidas por el temporal, para el representante de los arroceros de Jojutla solo les afectó en un dos o tres por ciento.
Consideró que de las sesenta hectáreas solo se dañó la planta en cinco hectáreas, pero no al 100%, solo en un 30%, una afectación relativamente baja.
Hay una caída en la producción de nueve a once toneladas por hectárea, pero lo que más les sigue pegando en la comercialización del grano es la falta de créditos para pagar a los productores la materia prima.
Las consecuencias derivadas por la pandemia del Covid-19 consisten en la falta de ventas de la producción de este ciclo por la falta de mercados para el producto.
Reconoció que no hay ventas del arroz Morelos, ya que, algunos gobiernos entregaron despensas, otros entregaron un arroz barato, la industria restaurantera se cayó, la gente no tiene trabajo, no consume la cantidad de arroz de antaño y muchos de quienes nos compraban perdieron su poder adquisitivo.