Morelos se encuentra en estado de indefensión ante el robo de alcantarillas, tapas, coladeras, medidores de agua y otros patrimonios urbanos que la ley no contempla en específico para su castigo.
Ayer en Temixco en Campo Verde se registró el robo de tapas de metal donde un perrito y un caballo cayeron y fueron auxiliados por personal de Protección Civil.
En la colonia Satélite de Cuernavaca por la falta de dos alcantarillas sobre calle Gladiola a un costado del Paso Exprés cayeron tres vehículos que resultaron dañados.
En esa misma calle a escasos 30 metros hay otro drenaje con una profundidad de un metro abierto porque se robaron la tapa.
“Esta ya tiene tiempo desde antes de la lluvias, el problema ahí esta, si se la robaron o un trabajo mal hecho pero ahí está el desperfecto, ya se metieron varios carros viene gente de otro lado y no saben que esta está este desmadre se viene y se meten, ahí luego a 15 metros hay otro hoyo, yo les digo a las autoridades que se pongan a trabajar no cuando vienen a pedir el voto aquí y que allá y hoy esta el desmadre toda la ciudad” dijo un vecino ya molesto.
El problema con el robo de tapas, alcantarillas, medidores de agua se vuelve difícil de combatir porque no hay castigo específico en Morelos para este tipo de hurto.
El Secretario de Seguridad de Cuernavaca Francisco Javier Calderón Medina explicó que han detenido en flagrancia a personas que están robando alcantarillas, tapas pero como no hay denuncia ninguna autoridad les quiere aceptar el detenido porque se considera que son personas vulnerables que no tienen para pagar una multa.
“Al realizar patrullajes por el municipio nos percatamos que faltan alcantarillas y en este sentido comentar que hemos detenido a personas en situación vulnerable que son quienes obtienen muy poco recurso por la venta de este material por el peso y el material propiamente, es un tema complejo porque no hay autoridad que los quiera recibir dando su situación vulnerable porque se encuentran imposibilitados de resarcir un daño en materia económica y eventualmente sería una carga para cualquier autoridad que los reciba como detenidos” enfatizó.
Por ejemplo, quien roba una alcantarilla o una reja o una tapa logra obtener cien o doscientos pesos en su venta ilegal dependiendo el material y el peso, pero el daño que deja es mayor porque a veces son fugas enormes de agua o en ocasiones se trata de lugares donde circulan autos que pueden provocar un accidente con consecuencias fatales. El problema también es para los ayuntamientos quienes para reparar o colocar una tapa nueva tienen que invertir un promedio de 4 mil a 5 mil pesos por cada una y al no tener en su mayoría recursos los dejan así.
En algún momento diputados federales intentaron que el Código Penal Federal se estableciera el robo de equipamiento urbano como delito que se castigara con cárcel pero no ocurrió.
En el caso específico de Cuernavaca ni el bando de policía y buen gobierno señala de manera concreta el tema del robo de este material, por lo que se tiene que remitir al código penal de Morelos donde establece el robo en el artículo 174 con penas de seis meses un año de prisión, de quince a 90 días de trabajo a favor de la comunidad y de diez a 50 días e multa cuando el monto de lo robado no exceda 20 días el salario mínimo (como es el caso de una alcantarilla, tapa o medidor de agua).
El problema se vuelve un circulo vicioso porque cuando alguien es detenido nadie presenta denuncia en su contra y la autoridad tiene que dejarlos libres en ocasiones porque son considerados personas que no tienen recursos para pagar una multa.
En estados como Veracruz, Puebla, Nuevo León contemplan penas que van desde un año hasta 8 años de prisión a quien robe este tipo de material por el daño social que se causa.