Las autoridades de Cuernavaca no pueden con la administración pública porque de las promesas de campaña que se hicieron para poner orden en la ciudad simplemente no se cumplen.
El ejemplo más claro, es la falta de orden en la ciudad con el comercio informal que todos los días crece de forma imparable ocupando banquetas, calles, lugares donde ya la ciudadanía no puede ni caminar.
Tal parece que las autoridades sucumbieron a los intereses de grupos que protegen el ambulantaje y los han dejado crecer en puentes peatonales, banquetas, puentes vehiculares, afuera de supermercados, hospitales, plazas y otros lugares.
Ejemplos hay muchos uno de ellos en el Puente Tabachines donde empezó un ambulante y ahora se han apropiado de grandes espacios públicos y la gente ya no tiene banqueta por donde caminar.
El alcalde había prometido que pondría orden y simplemente no cumplió, lo mismo ocurre en la periferia del mercado Adolfo López Mateos donde hasta accidentes se han registrado y peleas y disputas entre los mismos comerciantes que ya se han convertido en mafias de poder al apropiarse del espacio público.
Otro caso es el Puente de Galerías donde ya se hizo una especie de tianguis y se vende de todo sin que nadie haga algo.
La ciudadanía que visita Cuernavaca para realizar actividades de turismo se va decepcionada al ver una ciudad sin orden y sucia porque tal parece que a las autoridades municipales el puesto les quedó grande.