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Familia Ramos Albarrán de Tehuixtla del municipio de Jojutla, denuncian allanamiento de morada y robo por parte de elementos con uniforme camuflaje de militar con armas largas, en el domicilio ubicado en la calle Otilio Montaño esquina con Vicente Guerrero en el centro de esta población, la mayor pérdida es la confianza a las fuerzas armadas de orden federal ya que fueron soldados o marinos que les robaron la paz y tranquilidad a una familia que vive modesta y honestamente de su trabajo.
Los hechos se registraron alrededor de las 2;30 de la mañana del sábado 28 de enero que irrumpieron rompiendo el candado del portón que esta sobre la calle Vicente Guerrero, la propiedad es un conjunto de cinco viviendas, solo dos habitadas, de la familia Albarrán Morales y Ramos Albarrán conocida, respetada y apreciadas familias de Tehuixtla.
Fue a Esteban Ramos Albarrán, un joven serio, sano sin vicios de profesión Quirofísico, quien no tiene enemigo, ya que a la mayoría de personas que atienden son a gente conocida de la población de Tehuixtla. Quien revela después del largo proceso de levantar la carpeta de investigación JO-UEDP/257/2023 en la Fiscalía de la Zona Sur Poniente del Estado por el delito de allanamiento de morada, donde también se registraron los hechos de robo y violación a las garantías individuales.
“Rompieron el candado de la reja de entrada, y la chapa de la planta baja de su casa y subieron a su habitación justamente cuando preguntaba que quien andaba ahí, apenas le dio tiempo ponerse un short y prender la lámpara de su celular cuando ingresaron tres uniformados con vestimenta militar, arma larga, pasamontañas y un casco”, los tres le apuntaron y le exigían que se pusiera boca abajo en sus nervios dio unos pasos en la pequeña habitación y cayó sentado en la cama, le dijeron que estaba grabando, y aclaró que solo era la lámpara, al mismo tiempo que le arrebataron el celular.
Lo envolvieron para que no pudiera hacer nada, como tenía la cabeza levantada con un golpe en la nuca le pidieron que se agachara, escuchó como tiraban las cosas que tenía sobre el ropero y en el interior del ropero; “les pregunte qué buscaban y me dicen tú ya sabes, me preguntaron a que me dedicaba, con quién vivía, me pedían la credencial de identificación, yo les hice mención que lo que estaban haciendo era ilegal, invadiendo una propiedad privada”, después de saquear, le descubrieron la cara para tomarme fotografías o video. Uno pidió que le avisaran al comandante y ordenó que me dieran una calentadita, y le dijeron que regresarían.
Salió de su habitación cuando ya no escucho ruidos, en la planta baja ya no había nadie y salió al patio para ir a la casa donde se queda su mamá que encontró cerrada y a su mamá dormida. Fue hasta que amaneció que volvió a subir a su habitación y se dio cuenta que se llevaron su celular, y varias cosas como cadenas y un alhajero donde guardaba anillos de oro y plata, no quise mover todo el desastre que dejaron, pero se pudo darse cuenta que se llevaron varias cosas de valor pequeñas e incluso ropa americana que le dieron de regalo y una colección de monedas conmemorativas, una consola descompuesta y videojuegos.
Sabe que difícilmente podrá recuperar lo robado, aun cuando tiene la seguridad que los uniformados son del ejército o de la marina, lo más lamentable es que les robaron la paz, la tranquilidad y la confianza que tenía en las fuerzas armadas federales, por eso decidieron denunciar, y dejar el precedente, ya que las víctimas son personas que viven modesta y honestamente de su trabajo.
