Comandantes y directores de la Policía Ministerial están sin cargo, porque sus contratos vencieron con el año y no hay quien se los renueve para saber si seguirán en el cargo o les designaran otro, dejándolos en el limbo jurídico, esto parte de la problemática que se vive en esta corporación, a consecuencia de la pugna por el poder entre el Coordinador General de la Policía Ministerial, Nicolás Suárez Valenzuela y la Subprocuradora General, Adriana Pineda Fernández.
Nombramientos y cambios que se han quedado en el aire, incertidumbre y desestabilidad, es lo que impera en la Policía Ministerial, ante la indiferencia de funcionarios estatales y de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), que no pone orden en la corporación.
Tal y como lo señalamos desde la semana pasada, hay una total inconformidad e incertidumbre entre los mandos medios de la Policía Ministerial, luego de que insisten en que “no sabemos a quién obedecer y rendirle novedades, pues el Coordinador Nicolás Suárez Valenzuela da unas indicaciones y la Subprocuradora Adriana Pineda, otras”.
Un ejemplo de esta grave situación, expusieron los policías, es que “hay comandantes con ciertas direcciones a su cargo que desde el último día del año vencieron sus contratos y legalmente ya no tienen sustento para estar desempeñando el cargo que ostentan.
Los denunciantes expusieron que “tal pareciera, que a nadie le interesa que haya una corporación policíaca, fuerte, sólida y eficaz, para combatir a la delincuencia y prefieren que todos estemos divididos y enfrentados, con jefes como el Coordinador Nicolás Suárez que no tiene ni idea de cómo hacer las cosas y una Subprocuradora que se quiere erigir como jefa de la Policía Ministerial”.