Si hace unos días contábamos con dos supernovas en el cielo, lo que lo hacía un caso singular, ahora parece que el Universo estalla por todas partes y tenemos una tercera supernova en una conocida galaxia denominada M 99 en la constelación de Coma Berenices.
Las supernovas son estrellas que estallan y pueden brillar tanto como toda la galaxia que la acoge, como cien mil millones de estrellas juntas, siendo uno de los acontecimientos más espectaculares, escalofriantes y catastróficos del Universo. No en vano la vemos como una estrella que crece en brillo a la distancia de 60 millones de años luz (cada año luz equivale a unos 9,5 billones de km). Solo una explosión tan tremenda puede verse desde tan lejos.
La nueva supernova, que se localiza próxima al núcleo de la galaxia M 99, es denominada SN 2014L. M 99 es una galaxia prolífera en supernovas ya que se han podido contemplar en los últimos años las siguientes: 1967H, 1972Q y 1986I. Estas últimas supernovas de tipo II, han sido estrellas muy masivas, al menos 10 veces la solar, que cuando llegan a transformar elementos químicos y llegar al hierro, no pueden continuar el proceso, por lo que se colapsa al ganar la fuerza de la gravedad a la expansión provocada por la transformación de elementos químicos en otros y estallar al liberar en un momento un gran cantidad de energía, quedando únicamente una estrella de neutrones, un objeto tan pequeño como una ciudad, pero de una densidad increíble, algunas de ellas pueden incluso convertirse en agujeros negros.
Nuestra galaxia sin embargo no es prolífera en supernovas, la última que estalló data del año 1604, denominada supernova Kepler, en honor a este astrónomo que la siguió en todo su proceso de aumento y disminución de luz, de modo que incluso se pudo ver a simple vista, más brillante que cualquier estrella del cielo. Incluso hizo un libro sobre el acontecimiento denominado «De Stella nova in pedeSerpentarii» (Sobre la nueva estrella en el pie del portador de la Serpiente). Han podido estallar otras supernovas en nuestra galaxia, pero si ha ocurrido han debido ser muy débiles y oscuras, por lo que la última referencia es de 1604. La estadística dice que en la Vía Láctea debe estallar una supernova brillante cada 300 ó 320 años, así que ya vamos tarde.
Derrumbe estelar
La nueva supernova en M 99, la SN 2014L, cuyas coordenadas celestes son 12h18m48,68s+14°24’43,5″, se ha descubierto a finales de enero. Se trata de una supernova tipo Ic, un tipo de supernova muy similar a las que estallaron antiguamente en esta galaxia M 99, del tipo II, así que se producen por el derrumbamiento sobre sí misma de todas sus capas, aunque antes un viento estelar ha expulsado todo su hidrógeno y helio, por ello estos elementos no se ven mediante el estudio del espectro una vez que estallan. Si lo que queda del núcleo es una estrella entre 2 y 3 mesas solares, la estrella continuará colapsando hasta formar un agujero negro, pero ello está aún en estudio.
La galaxia M 99, es una de las más grandes y brillantes del cúmulo de galaxias de Virgo, un cúmulo que contiene las mayores galaxias próximas al Grupo Local de Galaxia, un cúmulo donde habita la Vía Láctea y que está conectado por la fuerza de gravedad al cúmulo de galaxias de Virgo. M 99 es una galaxia que se mueve muy rápidamente entre las galaxias del cúmulo de Virgo e interactúa con algunas de ellas, provocando un aumento espectacular de nacimientos estelares, al menos en uno de sus tres brazos espirales.
En resumen, hoy día es posible ver hasta tres supernovas en tres galaxias diferentes, un acontecimiento que se repite pocas veces, tres acontecimientos únicos y espectaculares en donde se muestra la potencia sin igual del Universo. Y mientras, esperamos a la próxima supernova de nuestra galaxia.
Miguel Gilarte Fernández es director del Observatorio Astronómico de Almadén de la Plata (Sevilla) y presidente de la Asociación Astronómica de España.