Una familia que recogía conchas por la playa de Howden, en el sur de la localidad de Hobart, en Tasmania (Australia), descubrió algo inesperado en la orilla. Una capa blanca y pegajosa se extendía sobre las piedras como una gran mancha irregular. Para su sorpresa, se trataba de una medusa gigantesca de 1,5 metros de longitud varada panza arriba que, según los científicos que la están analizando, podría ser una especie nueva para la ciencia.
Según publica ABC News, científicos del CSIRO, la agencia pública australiana para el desarrollo de la ciencia, han asegurado que la especie se había visto antes, pero que todavía no había sido clasificada técnicamente por los investigadores. «Es una de esas cosas que realmente nos hacen enfrentar el hecho de que hay cosas de las que no sabemos en la naturaleza, particularmente en los océanos», afirma Lisa-Ann Gershwin, científica de CSIRO a la radio local ABC.
«Un animal magnífico»
«Es un animal realmente magnífico», asegura Gershwin a la BBC. La medusa, cuyo aspecto recuerda al de «un plato con una fregona colgando por debajo», pertenece al grupo de melena de león, las medusas más grandes que existen. La Cyanea Arctica, por ejemplo, puede crecer hasta 3 metros. Los científicos no consideran peligroso el nuevo ejemplar, pero su roce puede provocar una reacción en la piel. «Si la tocas cuando estás nadando puede ser muy doloroso», afirma Gershwin.
En los últimos años se han visto grandes bancos de medusas en aguas de Tasmania, pero los científicos no están seguros por qué.