Claudia Marino.
Al señalar que la participación y aprovechamiento académico de las mujeres es mayor al de los hombres a nivel secundaria, Esteban Gutiérrez Rojas, orientador educativo de la escuela secundaria Enrique González de Aparicio del municipio cañero de Zacatepec, manifestó que ahora los roles de las jovencitas han cambiado para bien y para mal.
De cada cinco alumnos con calificaciones de excelencia, tres son de mujeres y dos de hombres, sin embargo, ahora son las adolescentes quienes se pelean más violentamente por cuestiones de competencia en belleza, por el novio o por chismes mal infundados; mientras que los chavos, ahora se pelean más por amenaza que físicamente, advirtió Gutiérrez Rojas.
“La mujer está tomando un papel importante, sin embargo, están en ese periodo donde la equidad de género se ha sobre valorado o mal entendido y ahora las mujeres generan mayores problemas en la institución. por cada diez confrontaciones de violencia, nueve son de muchachas y nueve de varones. También señaló que es en segundo de secundaria donde más se presenta este problema porque es cuando comienzan a vivir su sexualidad y que entre abril y julio, cuando es la época fuerte de calor, es cuando más agresividad hay entre las mujeres, quienes también son las que menos acatan las disposiciones de portar adecuadamente sus uniformes. Se suben las faldas, usan pearcings, se pintan el cabello, y ahora se dispuso que utilicen de martes a viernes pans para evitar las faldas cortas, pero en lugar de llevar pantalones holgados, se los ponen muy entubados, advirtió el orientador educativo.
Los estereotipos en cuanto al rol sexual han cambiado, ahora las mujeres son las que piden al hombre que sean novios e incluso hay mamás que van por sus hijos a la escuela para evitar que se vayan con alguna niña, porque les están prohibiendo tener novia.
Consideró que todo esto es un proceso y una revolución ideológica de las nuevas generaciones, que en su momento llegará a un equilibro de verdadera equidad de género donde las mujeres no sean más, ni los varones, sino que vayan formándose con respeto y juntos hacia una vida menos violenta e inequitativa.