Directivos del Hospital del Niño y el Adolescente Morelense (HNAM), realizaron un reconocimiento a sus 18 Trabajadores Sociales, quienes son los responsables de realizar el diagnóstico socioeconómico de pacientes y sus familias.
Este estudio, que considera a la familia y el entorno del paciente, es vital para la asistencia médica, ya que tiene el propósito de elaborar un plan y buscar grupos o asociaciones sociales de apoyo institucionales o familiares.
Además sensibiliza a las familias para que utilicen sus recursos en forma racional y participen en el tratamiento de los menores, para mejor su calidad de vida y bienestar social
En la actualidad, el 95 por ciento de las Trabajadoras Sociales del HNAM son licenciadas con diplomado en Tanatología y diplomado de Atención Individualizada. El personal de Trabajo Social forma parte del equipo de trabajo multidisciplinario que colabora en el tratamiento del paciente, explicó María Eugenia Segundo Cuevas, sub directora de Unidad de Trabajo Social del HNAM.
En días pasados el HNAM ofreció una conferencia de Desarrollo Humano, con el propósito de que los profesionales en Trabajo Social tengan una buena actitud ante los usuarios.
Esta conferencia fue impartida por la licenciada Elizabeth Duran Fletes, y se hizo una invitación a los trabajadores sociales del estado de Morelos de las diferentes dependencias, entre ellos de Servicios de Salud, DIF Estatal, Beneficencia Pública, ISSSTE, IMSS, entre otras.
Un caso de atención
Como muestra de la labor de las Trabajadoras Sociales del HNAM, está el caso de Maricela quien recibió todo el apoyo y orientación al llegar a este Hospital con su hija Sandra, hace 14 años.
Sandra, originaria del municipio de Ciudad Ayala, es una paciente de 14 años de edad quien ha sido atendida en el área de Urología Pediátrica desde el segundo día de vida y a lo largo de estos años ha sido intervenida quirúrgicamente en 10 ocasiones, por lo que ha sido difícil para su familia solventar los gastos hospitalarios. Su diagnóstico es Síndrome de Rokitansky, conocida como malformación del aparato reproductivo femenino.
Maricela recuerda que desde su llegada al hospital se sintió acompañada por las trabajadoras sociales, las voluntarias y médicos que han atendido a Sandra, “me han ayudado con pasajes y comidas, yo sin ellos no sé qué hubiera hecho, estoy bien agradecida con los doctores, particularmente con Diego Esquiliano”.
Segundo Cuevas mencionó que para la última cirugía de Sandra, el área de Trabajo Social realizó una buena labor, pues gestionó el apoyo en la beneficencia pública del Distrito Federal para la compra del material que se utilizó.
“La mayoría de los pacientes que son atendidos en este hospital provienen de familias de escasos recursos económicos, por lo que es necesario apoyarlos en ese difícil momento”, dijo.