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José Luis Rojas Beltran.
Tras el levantón y descuartizamiento del director del penal de Atlacholoaya , Luis Navarro Castañeda, ocurrido este sábado en el transcurso del día, custodios y administrativos de este centro penitenciario, están haciendo pública una denuncia en la que exhiben graves deficiencias, inequidades y corrupción al interior del Sistema Penitenciario de Morelos, conformado por un Centro de Reinserción Social y cinco cárceles distritales, así como su temor por la falta de capacidad y de recursos para enfrentar de la delincuencia organizada.
Mediante un escrito que han dado a conocer en varios medios de comunicación en el que señalan once puntos de reclamos e inconformidades, los custodios y administrativos de Atlacholoaya, exponen desde los míseros salarios que perciben, el nulo apoyo para transporte pese a lo alejado de su puente de empleo, y por el contrario las “cooperachas” que tienen que hacer para echarle diesel al camión que los traslada cuando les dan ese servicio, hasta la falta de uniformes y estímulos, esto en cuanto a las prestaciones a todos ellos.
Pero en otro tenor al referirse a la corrupción y absurda incapacidad e incompetencia de las autoridades del Sistema Penitenciario, señalan que la disciplina se ha perdido al interior del penal al grado tal que por los compromisos de algunos reos peligrosos entre ellos los de “Máxima Seguridad”, con algunos jefes y autoridades de dicho penal, estos maltratan, humillan, se burlan y hasta intimidan a los custodios, quienes afirman no tienen ningún apoyo o garantía para hacer su trabajo.
Un punto delicado que señalan los denunciantes es el número en el que señalan que desde hace meses llegaron procedentes de otros penales mujeres relacionadas con diferentes capos del narcotráfico, que están ahí recluidas pese a que no se tienen ni las condiciones, ni las instalaciones para tenerlas, pues Atlacholoaya no es un penal de máxima seguridad.
Trato preferencial y discriminatorio para los jefes que poder comer alimentos preparados especialmente para ellos, a los que no pueden acceder los custodios ni administrativos, pues a muchos de ellos incluso les quitaron esta prestación, mientras que hay casos en que estos privilegios se extienden a algunos “reos influyentes”; la auto asignación de custodios como escoltas y de personal femenino como secretarias, descuidando áreas de seguridad importantes, así como la violación de las medidas de seguridad por algunos de sus jefes al introducir todo tipo de objetos al penal sin control algunos, teniendo tratos con los reos más peligrosos, son entre otras cosas, parte de la denuncia pública que hace hoy el personal del penal de Atlacholoaya.
