“Durante dos semanas hemos vivido experiencias inolvidables en el Museo de Ciencias de Morelos, las sonrisas de los 200 participantes que al término de cada jornada corren con sus papás para mostrarles sus proyectos del día, es uno de los mejores agradecimientos que podemos recibir”, expresó Luz del Carmen Colmenero Rolón, directora del Centro Morelense de Comunicación de la Ciencia (CemoCC).
Las jornadas se llevan a cabo con actividades continuas, niñas y niños siempre están trabajando en equipo con su creatividad e ingenio en la elaboración de lentes anaglíficos 3D, elaborando plastilina, carros propulsores, globos cohete, descubriendo fósiles y vestigios arqueológicos en una pequeña área para excavación, así como talleres para enseñarles cómo observar cuerpos celestes con telescopios.
Patricio Javier Álvarez Díaz tiene 10 años, es originario de Veracruz y vino con su familia de vacaciones a Morelos, sus papás se enteraron del Curso de Verano en el Museo de Ciencias y decidieron que era una buena opción para él. A Patricio le encanta crear cosas y siente una gran fascinación por la robótica.
“Los monitores nos enseñaron cómo es la estructura del ADN, hasta hicimos una pulsera con forma de ADN, luego aprendí a armar robots y nos dijeron cómo programarlos para que hagan diferentes cosas. Son las mejores vacaciones de mi vida”, comentó Patricio.
“El Curso de Verano en el Museo de Ciencias de Morelos es un pequeño laboratorio para fomentar vocaciones científicas. No necesariamente niñas y niños tienen que convertirse en científicos cuando sean grandes pero si les brindamos desde pequeños herramientas para que a través del conocimiento puedan tomar mejores decisiones”, afirmo la Directora del CemoCC.