Cuernavaca Morelos a 28 de marzo 2016
A la opinión publica
Al presidente de la República Enrique Peña Nieto
Al Congreso de la Unión
Al gobernador Graco Ramírez
Al Congreso del Estado
La madrugada del viernes ,25 del mes en curso, fui víctima de un atentado en mi propia casa. Dos hombres con armas de alto calibre, a bordo de una motocicleta, balearon la puerta de mi vivienda ubicada en la comunidad de Amilcingo del municipio de Temoac.
Al escuchar las primeras detonaciones solo tuve tiempo de asomarme por la ventana y fue como alcance a ver que se trataba de dos jóvenes a bordo de la moto que se alejaban con velocidad.
La primera reacción fue poner en resguardo a mi familia, lo segundo verificar que es lo que había sucedido, encontré cartuchos (que después supe eran calibre 38 súper) y los daños causados al portón y a mi camioneta.
De inmediato presente ante la Fiscalía General del Estado, en la Agencia del Ministerio Público de Cuautla, una denuncia con el número de averiguación CT-UID-C/927/2016 por delito de daños dolosos y lo que resulte cometido en mi contra y la de mi familia.
A más de 72 horas de lo ocurrido han continuado actos de hostigamiento en mi contra y de mi familia, transitan camionetas y autos desconocidos a alta velocidad, y por la noche con las luces apagadas, frente a mi vivienda.
Hasta este momento no he tenido una respuesta “real” por parte de las autoridades, solo se limitaron a tomar mi declaración y a enviar policías y peritos pero hasta hoy no hay ningún detenido como responsable de este acto.
Debo recordar que el pasado 7 de julio del año pasado denuncie públicamente las amenazas de muerte directas e indirectas y el intento de secuestro de las que fui objeto, presente “como ahora” una denuncia con el número de averiguación previa CT-UIDD-A/2234/2015 por delito de amenazas y lo que resulte.
Exigí a Graco Ramírez, gobernador del estado, al Comisionado de Seguridad Publica Alberto Capella y Rodrigo Dorantes, entonces Fiscal Estatal que se implementaran medidas preventivas y que se investigara el origen de estas amenazas.
A más de ocho meses de distancia , no he tenido noticias de los avances de las investigaciones y mucho menos recibí ningún tipo de medida, a pesar de que expresé el temor “fundado” de que estuviera en riesgo mi integridad , la de mi familia y de mis colaboradores más cercanos.
Me pregunto: ¿Qué espera la autoridad para actuar?
Primero recibí amenazas ¡y ya han dado un paso más! “balearon la puesta de mi casa”, es decir ¡ya pasaron a la acción!
¿A caso gobernador le apuesta a que se cumplan las amenazas y me asesinen como ocurrió con la compañera Gisela Mota que fue acribillada al interior de sus casa?
En esta administración son varios líderes del sector campesino que han sido víctimas de la inseguridad que se vive por la presencia del crimen organizado, en algunos casos permanecen en situación de desaparición o han sido asesinados.
Entre ellos figuran:
Emilio Romano Cruz, secretario de Acción Sindical de la Sección 72 del Sindicato de Obreros del Ingenio de Zacatepec, quien fue encontrado sin vida en la comunidad de Santa Rosa 30 del municipio de Tlaltizapan (agosto 2013).
Mario Moreno, dirigente de la Asociación Ganadera del Estado de Morelos, quien tras haber sido secuestrado desde fue localizado sin vida en el municipio de Puente de Ixtla (diciembre del 2014).
Hoy subrayó como lo hice hace ocho meses “en ninguno de los casos, las autoridades actuaron de manera preventiva u oportuna, a pesar de que hubo denuncias simplemente no se investigó y no se activaron medidas de prevención”.
¡No busco ningún privilegio! Solo pido que se me garantice el derecho a la seguridad a la que tenemos todos los ciudadanos y que se haga justicia y se castigue a los responsables.
Solicitó a los diputados locales que tomen medidas en la comunidad de Amilcingo (que actualmente esta convulsionada primero por el tema del gasoducto que forma parte del mega proyecto que impulso Graco Ramirez como senador, la pasadas elecciones 2015 y lo más reciente por la elección de ayudante municipal) para evitar que se agudice la violencia.
Hago un llamado a al presidente de la república Enrique Peña Nieto y a los diputados al Congreso de la Unión para que volteen a ver a Morelos donde la inseguridad se ha convertido en el viacrucis del día a día de los ciudadanos.
Denunció las omisiones cometidas por la Comisión Estatal de de Seguridad Pública (CESP) y de la Fiscalía Estatal, encabezada por Javier Pérez Durón que han sido incapaces de actuar oportunamente en mi caso y en el de cientos de familias de víctimas de la inseguridad.
Pido a la Procuraduría General de la República (PGR) que se atraiga mi caso porque en el estado simplemente “no han movido un solo dedo”.
Por último agradezco el respaldo que me están brindando mis compañeros del Congreso Agrario Permanente (CAP).