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La sociedad mexicana no puede permanecer callada ante la violencia que padecen las niñas
y adolescentes en nuestro país, especialmente la violencia sexual (abuso, acoso sexual,
violación, turismo, pornografía, trata de personas, lenocinio y cualquier tipo de explotación).
Toda forma de violencia es inaceptable y no hay nivel alguno que pueda ser tolerado,
además de que debe erradicarse cualquier disposición normativa, interpretación, práctica o
tradición que permita el maltrato hacia niñas y adolescentes.
Así lo expresó el Primer Visitador General de la Comisión Nacional de los Derechos
Humanos (CNDH), Ismael Eslava Pérez, durante la ceremonia conmemorativa del Día
Internacional de la Niña –11 de octubre— e inauguración del Quinto Foro sobre Protección
de Derechos Humanos de Niñas y Adolescentes, quien subrayó la importancia de romper el
silencio contra las agresiones de niñas y adolescentes donde quiera que se presenten, para
coadyuvar al cambio de mentalidad de la sociedad y no ser permisivos, así como condenar y
denunciar las vulneraciones que afecten el libre desarrollo de su personalidad.
Señaló que debe trabajarse para erradicar el maltrato como forma de corrección educativa;
generar programas sistemáticos y campañas de educación, sensibilización y capacitación de
quienes trabajan o conviven con niñas y adolescentes; elaborar protocolos de atención
especializados para atender a víctimas, que eviten su revictimización cuando han sufrido
agresiones y promuevan la no repetición; así como establecer mecanismos efectivos de
participación de niñas y adolescentes, y elaborar indicadores para compilar y analizar datos
sobre la violencia en ese sector poblacional.
“Es urgente –dijo— generar acciones para apoyar a las familias –mayormente a aquellas que
se encuentran en una situación de vulnerabilidad— sobre las formas alternas de crianza, así
como para su concientización sobre la importancia de que empoderen y habiliten a sus hijas
para la vida, que les enseñen a autoprotegerse, quererse y les orienten en el manejo de las
tecnologías de la información y comunicación para evitar un mal uso, o que pudieran ser
víctimas potenciales a través de esos medios”.
