La policía británica está investigando una red terrorista vinculada al atentado del lunes en Mánchester. «Creo que está muy claro que se trata de una red y lo estamos investigando», ha revelado el jefe de la Policía del área metropolitana de Mánchester, Ian Hopkins, en una comparecencia de prensa. Las fuerzas de seguridad han detenido entre el martes y este miércoles a cinco personas por su vinculación con el ataque que ha acabado con la vida de 22 personas. Cuatro en los alrededores de Mánchester, el último en la tarde de este miércoles en Wigan (noroeste de la ciudad) y el quinto en Trípoli. Este último es Hashem Abedi, de 20 años, hermano de Salman, identificado como el suicida que el lunes por las noches perpetró el atentaado en el Manchester Arena.
Además, una fuente de seguridad ha explicado a la agencia Reuters que las autoridades sospechan que «podría haber otros por ahí que ayudaron [a Abedi] a fabricar la bomba», ya que preparar artefactos como el que usó «requiere un cierto nivel de pericia y competencia».
Abedi, de 22 años, estaba bajo el radar de los servicios de inteligencia, según informó la ministra del Interior, Amber Ruded. Al parecer había viajado a Arabia Saudí hace un año y medio, y a Libia hace algo menos de dos meses, según declaró su padre. Además, el ministro del Interior francés, Gérard Collomb, aseguró que sus informaciones también indican que Abedi estuvo en Siria, donde pudo haberse radicalizado.
La investigación se centra ahora en detectar en Reino Unido a los colaboradores que pudieron ayudarle a preparar un ataque con relativa sofisticación: los materiales para fabricar la bomba, el montaje de la misma y la elección del objetivo indican una elevada planificación. El lunes por la noche, Abedi hizo estallar su carga explosiva, transportada en una mochila, en el pabellón Manchester Arena cuando acababa de finalizar un concierto de Ariana Grande. Al menos 22 personas murieron, entre ellas menores de edad, y otras 59 resultaron heridas, 18 de ellas en estado crítico.
La primera ministra británica, Theresa May, anunció este martes que Reino Unido eleva a «crítico», es decir, al máximo, el nivel de alerta terrorista tras el atentado de Mánchester. La medida supone que las autoridades del país se preparan para «un atentado inminente». La ministra del Interior ha informado este miércoles de que se desplegarán hasta 3.800 soldados por las calles del país. Y la policía de Londres ha anunciado que pedirá al Ejército que ayude a proteger lugares estratégicos, incluyendo el palacio de Buckingham, el Parlamento o las Embajadas. La tradicional ceremonia del cambio de guardia en el palacio de Buckingham, residencia oficial de Isabel II, ha sido cancelada, según el Ministerio de Defensa, y el Parlamento de Westminster ha sido cerrado al público. El nivel de alerta era desde 2014 «severo», el segundo más alto de una escala de cinco. La última vez que se alcanzó el nivel «crítico» fue en julio de 2007, tras un incidente terrorista en el aeropuerto de Glasgow que se produjo un día después de unos atentados con coche bomba frustrados en el centro de Londres.
Mánchester ha amanecido nublado. La ciudad trataba de volver a la normalidad, pero la presencia de agentes armados lo impedía. En la céntrica plaza de Albert Square los vecinos seguían depositando flores, velas y cartas en homenaje a las víctimas.
La ministra del Interior ha manifestado su confianza en las fuerzas de seguridad. «Sabemos que [el terrorista] era un conocido de los servicios de inteligencia», ha indicado. Y ha precisado: «Los servicios de inteligencia conocen a mucha gente. Esto no quiere decir que puedan arrestar a todo el mundo que conocen».
La ministra ha considerado «irritante» que la información acerca de la investigación sobre el atentado fuera filtrada a la prensa por fuentes de seguridad estadounidenses antes de que la policía británica estuviera preparada para hacerla pública. Se refiere a la identidad del atacante, que el inspector jefe de la policía de Mánchester confirmó este martes por la tarde después de que varias fuentes estadounidenses hubieran revelado su nombre: Salman Abedi.
Información obtenida de El País