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En el área de lockets de pediatría del Hospital General «José G. Parres» de Cuernavaca, se habría cometido un saqueo en perjuicio principalmente del personal médico y enfermeras, ya que a consecuencia de los graves daños estructurales que provocó en el edificio, el sismo del pasado 19 de septiembre, esta zona quedo acordonada, prohibiéndose el acceso, lo que aprovecharon los ladrones para robar equipo especializado y pertenencias del personal, sin que los guardias de seguridad privada, aparentemente se dieran cuenta del robo.
A casi mes y medio del terremoto sufrido, trascendió, por la indignación de los agraviados, el robo que de acuerdo a sus testimonios, se habría descubierto el pasado 26 de septiembre, una semana después del sismo, pero se reveló que había la esperanza de que se investigara y se descubriera a los culpable y se recuperara lo robado, lo que no ha sido así.
Por voz de los afectados que denunciaron el hecho anonimamente se logró saber, que tras el sismo y por los daños que sufrió el hospital en áreas tan importantes como quirófanos y pediatría, estas áreas fueron selladas y aisladas, impidiéndose todo acceso al personal.
Es por ello que muchos no pudieron sacar sus pertenencias de valor de sus lockets personales, en donde por igual se quedo en muchos casos equipo médico especializado, elemental para desarrollar su labor, así como documentación importante del hospital, que por igual fue robada.
Destacaron los indignados trabajadores del hospital, que en esos días en que se les impidió el paso, sólo tuvieron acceso a su área de lockets, personal de protección civil, de obras públicas y albañiles, pero dado que lo robado es equipo especializado y documentación oficial presumen que él o los responsables tienen que ser gente relacionada con el medio hospitalario y médico que le sacará mucho provecho al botín obtenido.
Inicialmente, tras descubrirse que los lockets habían sido forzados y saqueados el pasado 26 de octubre, los afectados mantuvieron la esperanza de que se investigaría y daría con él o los responsables, al tiempo en que los guardias de seguridad privada tendrían que investigar y dar un informe, pero como nada de esto ha pasado, decidieron hacer público el robo y su indignación para que las autoridades de la Secretaría de Salud y de la Fiscalía General se pongan a trabajar y den con los ladrones y estos sean castigados.
