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Esta mañana trabajadoras del restaurante Cardamomo en Tepoztlán que fueron acusadas de discriminar a dos jóvenes por su preferencia sexual rompieron el silencio y hablaron a la prensa, donde explicaron estar apenadas por lo ocurrido pero ellas lo que hicieron fue defenderse porque fueron insultadas por los jóvenes.
Las tres mujeres explicaron que siempre han sufrido insultos una por su complexión y las otras dos por su color de piel y lo que realmente ocurrió fue que los jóvenes intentaron entrar con bebidas y alimentos de otros establecimientos por lo que les pidieron salieran, pero uno de ellos regresó al baño y al cobrarle el servicio aventó una moneda de cinco pesos realizado insultos.
“Me avienta la moneda y me dice cóbrame maldita sirvienta yo me quedé en estado de shock no pude ni contestar porque tenía una nudo en la garganta, cuando pasan este tipo de cosas no puedo contestar nada porque he vivido situaciones de violencia por mucho tiempo tanto de mi infancia, como matrimonio y no puedo contestar y la que siempre me ha defendido es mi hermana”, narró.
Otra de las trabajadoras también explicó que uno de los jóvenes le dijo “gorda”.
“Yo me sentí muy mal, yo siempre he sido discriminada por tener el peso que tengo, sé que no debimos haber actuado de esa manera lo hicimos y lo lamentamos mucho pero ellos hicieron ofensas muy feas y me duele mucho recordar todo lo que nos dijeron”, dijo una de ellas.
Ayer la joven que grabó el video acompañada de sus abogados y otras personas acudió a Derechos Humanos donde compareció para aceptar que hubo insultos por parte de sus amigos pero aún con ello exigían una disculpa pública y habría anunciado que ya interpusieron una queja ante la Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación.
Por lo pronto los dos jóvenes que aparecen golpeando mujeres no han acudido a Derechos Humanos quienes serían originarios de la Ciudad de México y se está a la espera que acudan.
Mientras tanto las trabajadoras lamentaron su actitud pero explicaron que ellas sólo se defendieron ante los insultos.
“Nos sentimos discriminadas y ofendidas mi compañera por el sobre peso que tiene y a mi que me aventaron primero la moneda yo me quedé como en estado de shock, porque me lo han hecho muchas veces, al ver todo esto nos iban a cerrar puertas en otros trabajos mas que nada necesitamos trabajar y yo tengo una hija con una discapacidad y en septiembre la van a operar y yo sentía mucho miedo porque yo necesito dinero para esa cirugía al ver todo este problema se me vino el mundo encima”, finalizaron.
