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Ante escenarios de insolvencia económica de las Universidades públicas del país, las palabras que hace 50 años el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Javier Barros Sierra, dijo ante la comunidad universitaria tienen vigencia: “La Universidad es lo primero, permanezcamos unidos para defender, dentro y fuera de nuestra casa, las libertades de pensamiento, de reunión, de expresión, y la más cara: ¡nuestra autonomía!”.
Hoy, los problemas financieros son el pretexto para atentar contra la autonomía de las universidades públicas del país. Hoy nuestro derecho a la educación se encuentra gravemente amenazado.
Parece que nuevamente los jóvenes debemos ser los agentes de cambio y trasformación que este país necesita. Nada es casualidad y hoy, cuando estamos cumpliendo 50 años del movimiento del 68, se vuelve a amenazar la autonomía de la universidad.
El movimiento del 68 surge por la incomprensión y rigidez de las estructuras sociales y gubernamentales; cuando los jóvenes sintieron la necesidad de libertad, de cambio, de expresarse y aspirar a un mundo distinto. Y una sistemática represión de libertades y acciones contra los estudiantes se fueron dando.
Hace 50 años toda una generación de Jóvenes Mexicanos levantaron la voz, se enfrentaron al sistema y defendieron sus derechos para iniciar la transición democrática en nuestro país. Y parece que nuevamente se debe convocar a los estudiantes a la defensa de la educación pública y refundar la Universidad consolidando el valor más alto: la Autonomía.
Nuestro valor más caro la Autonomía “que nos permite organizarnos y determinar nuestro rumbo y condiciones académicas”. Autonomía para enseñar, investigar y difundir la cultura; para administrarnos y elegir a nuestras autoridades; autonomía con la que la Universidad enfrenta los embates políticos y las injerencias externas a la vida académica.
No podemos ser rehenes de vaivenes políticos y este momento de transición de los Gobiernos Estatal y Federal no puede dejarnos entrampados y poner en riesgo e incertidumbre a la educación pública en Morelos.
Hoy de forma contradictoria la Universidad prepara su Plan Institucional de Desarrollo, que marcará el horizonte ideal al que queremos llegar, al mismo tiempo, nos estamos preparando para cerrar nuestra Universidad.
El caos se vive en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos pues mientras seguimos reconstruyéndonos y reinventándonos construyendo un plan institucional en el inicio de un nuevo ciclo escolar, nos estamos preparando para suspender el semestre por la insuficiencia económica que llevará al cierre de nuestra universidad.
La falta de presupuesto hoy más que nunca, nos pone en un riesgo y en una situación muy difícil, por lo que es urgente, por un lado que los estudiantes nos preparemos para la lucha, la exigencia, la movilización y por otro, que las autoridades, sean los verdaderos representantes del sentimiento popular, del sentimiento de la nación y ofrezcan claridad, que presenten su plan a favor de las universidades públicas del país, y que no olviden que hace 50 años, los jóvenes estudiantes fueron protagonistas de la historia al defender a la educación pública.
