Uno de los pendientes que deja el gobierno de Graco Ramírez es la justicia para las familias de las y los desaparecidos.
Uno de los casos emblemáticos en Morelos durante este Sexenio es el de Tonatiuh Tlalapango Flores, víctima de secuestro y homicidio, pues las investigaciones encabezadas por su padre, Fabián Tlalapango, han arrojado que sus plagiarios y asesinos, quienes eran servidores públicos que trabajaban en los poderes judicial y ejecutivo de Morelos, pudieron utilizar sus cargos para cometer el crimen.
De acuerdo con las investigaciones de Don Fabián, tres personas detenidas por este caso cometían sus actos criminales presuntamente protegidos por la Fiscalía General del Estado y el Tribunal Superior de Justicia.
“Es gente que no era improvisada y que además sabía lo que hacía y sobre todo que era muy burda en sus cosas, es decir, sabía que había cometido un ilícito, lo sabía perfectamente y no es como el delincuente común y corriente que cuando comete un ilícito y ve a una autoridad, un policía, se espanta y busca o anda al acecho, esta gente estaba tranquila, pacífica, realizaba sus actividades quitados de pena.
“De esta manera estas personas actúan, estaban quitados de pena, sin problemas, no había nada porque sabían perfectamente que tenían de alguna manera protección, que tenían información, que tenían vínculo, que tenían muchas cosas, entonces jamás estas personas ni siquiera intentaron esconderse, ni siquiera intentaron hacer una cuestión de seguridad, estaban plenamente confiados que tenían línea”, expresó el padre de Tonatihu.
Tona, como le decían sus familiares y amigos, nació el 11 de enero de 1995.
Era el mayor de los tres hijos de Fabián Tlalapango.
Estudiaba Ingeniería Civil en el Instituto Tecnológico de Zacatepec y antes de ser secuestrado estaba a punto de conseguir su primera patente.
“Un muchacho muy alegre, muy activo, muy participativo, muy noble, generalmente muy acomedido, apoya en todo lo que puede y se dedicaba a estudiar y en las tardes a ir al gimnasio. Lamentable pues ocurrieron estos hechos, pero es el mayor de mis hijos.
“Tonatihu fue un niño muy inquieto, pero travieso, travieso, pero muy inteligente, muy inquieto, le encantaba mucho dibujar, le encantaba mucho cantar, hacía reír, era muy, tenía mucha facilidad para hacer reír a la gente, quería mucho a la gente, se daba a querer mucho”, recuerda su padre.
La tarde del 7 de octubre de 2016 Tonatiuh salió de su casa, ubicada en la calle Jacaranda de la Colonia Antonio Barona de Cuernavaca.
Dulce Lizbeth Bahena, amiga de Tona, lo recuerda como un joven exitoso, filántropo y muy carismático.
“La verdad era muy alegre, trataba a todos con una igualdad característica y yo lo admiraba mucho porque siempre tenía una sonrisa que lo caracterizaba, siempre humilde, muy humano, así era Tona”, dijo.
Tras su desaparición, Lizbeth tuvo miedo de no verlo nunca más.
“Me dio mucho miedo a no verlo de nuevo, incluso bueno a veces teníamos contacto vía Whats App y no contestaba y me acerqué a su papá a preguntar por él porque a mí como amiga de él pues me angustió y sentí muy feo, mucho miedo, angustia. Es algo que como amiga tengo mi dolor todavía porque él no era malo, a él le gustaba mucho ayudar, yo no sé por qué tenía esa amistad, no lo sé, me duele todavía el recordarlo y no tengo palabras para decir el dolor que siento, imagínate el dolor de sus papás es algo muy feo el saber que ya no está aquí con nosotros porque de verdad era muy humano, muy, muy humano.
Eran alrededor de las 19:00 horas cuando el estudiante de Ingeniería Civil caminó con rumbo al mercado de la colonia.
Su familia presume que el joven abordó un taxi hasta Plaza Galerías pero de esto no hay registro en ninguna de las 400 cámaras de videovigilancia que la Comisión Estatal de Seguridad tiene en la zona metropolitana.
Un año antes de su desaparición Tona conoció a unas personas en el gimnasio al que asistía, con quienes cada fin de semana salía a divertirse.
Ese viernes no fue la excepción.
De acuerdo con su familia, el plan era ir a la inauguración del Bar Bombay en la Colonia Polanco, en la Ciudad de México, pero nunca llegó a ese lugar.
“El Coco”, “La Negra”, “El Jona” y otros integrantes del grupo decidieron ir a un baile, en el Bar Villa Centro de Espectáculos Carranza en San Juan Teotihuacán, Estado de México.
Fue alrededor de las 23:00 horas que Tonatiuh grabó con su teléfono móvil una escena en compañía de alguno de sus amigos.
El video lo compartió con un grupo en WhatsApp.
La última llamada que Tona recibió de su novia ocurrió alrededor de la medianoche después cerca de las 4:00 horas del sábado 8 de octubre no volvió a contestar su celular.
La investigación independiente realizada por su padre reveló que el grupo de jóvenes permaneció en el bar hasta las 2 de la mañana.
Sus familiares presumen que después siguieron la fiesta en una casa en poblado de Santa María, en Cuernavaca, Morelos.
“Él es invitado por unas personas, las cuales hoy están siendo procesadas, están detenidas, es invitado, hoy lo sé que es invitado en forma de engaño a una fiesta, esta fiesta finalmente terminan llevándoselo hasta afuera del Estado de Morelos, ya tenían las personas que lo habían planeado tenían perfectamente todo, tenían planeación, tenían cronogramas, tenían todo perfectamente establecido. Él fue la víctima porque lo invitaron a una fiesta, que finalmente fue a otro lugar en otras circunstancias, lo engañaron y llevado hasta el lugar donde finalmente ocurrieron los hechos”, recuerda el padre de Tona.
En la UECS Don Fabián encontró una “técnica” desarrollada por las autoridades para evitar que los casos de secuestro y extorsión se hagan públicos.
“Hasta el tercer día recibimos la llamada de solicitud de recompensa, en ese momento acudimos nosotros acudimos a la UECS, ahí empieza todo el proceso, la UECS tiene desarrollada una técnica que ha desarrollado muy importante, esa técnica consiste en decirle a la víctima no hables, no digas nada, no divulgues nada, no hagas nada, nosotros lo vamos a hacer, en cierta parte lo entenderíamos, pero hoy día que tengo ya resultados completos, finalmente la autoridad lo que pretende son tres puntos: primero que no se haga público el delito, y las estadísticas digan que en Morelos no pasa nada; segundo, tener bajo control a la víctima, control, que no genere movimientos, y tercero, pues tener control del expediente de la investigación.
“La UECS dice ‘si hablas, si dices o haces, la culpa de que se caiga el proceso va a ser tu culpa’, entonces bajo ese concepto a todas las víctimas les dice ‘no tienes que hablar, no tienes que decir nada, nada, lo vamos a hacer nosotros’”, contó.
Esa “técnica” de la UECS fue lo que finalmente le pudo costar la vida a Tonatiuh, asegura su padre.
“Finalmente yo confié mucho en la autoridad, en la dependencia, y fue septiembre, octubre, noviembre que no sabíamos nada y yo les decía ‘oye, ya pasó mucho tiempo, sigue pasando el tiempo, ¿qué pasó? ‘No, no te preocupes, no hagas nada, nosotros vamos a encontrar a la gente y vamos a encontrar a tu hijo’.
“No fue hasta el día 2 de diciembre que finalmente me dicen ‘ya detuvimos a tres personas, pero pues no sabemos nada de tu hijo, no tenemos idea de tu hijo, no sabemos dónde está, no tenemos información, no tenemos indicios, no tenemos nada’. A partir del 2 de diciembre de 2016 en virtud de que la autoridad no me entrega a mí información de mi hijo, lo que hago es iniciar una campaña de búsqueda”.
Fue una investigación independiente la que permitió a Don Fabián localizar el cadáver de su hijo.
“Yo no podía quedarme con las manos cruzadas, yo continué con mi investigación, seguí investigando para conocer la verdad, la historia de los hechos, y de esa manera fue que pudimos lograr encontrar a mi hijo, no porque la autoridad haya querido investigar, sino porque la autoridad dice ‘no trabajo con civiles, para mí ya tengo tres detenidos y es todo lo que puedo hacer’”, lamentó.
Por confiar en el trabajo de las autoridades de la UECS de Morelos, agrega Don Fabián, su hijo no pudo ser rescatado con vida.
“Yo estimo, porque los peritajes que hicimos y que sobre todo que yo hice habla de un tiempo de un mes, mes y medio que estuvo mi hijo con vida, entonces yo creo que tuvimos tiempo de poder rescatarlo, tuvimos tiempo de haber hecho algo, tuvimos mucho tiempo, pero desafortunadamente me confié en la autoridad, me dijo que iba a dar resultados, pero finalmente me dio explicaciones, no me dio resultados.
“De haber actuado desde el principio y de que la autoridad hubiera actuado porque el método, el modus operandi de estas gentes no era improvisado, o sea, la autoridad ya tenía conocimiento del modus operandi, ya más o menos sabía qué gente era, pero como le digo, se sentían protegidos y sabían que no tenían problemas, andaban quitados de pena y sin preocupaciones, pero como la autoridad no actuó en tiempo y forma desafortunadamente lo mataron”, dijo.
DELINCUENCIA PROTEGIDA DESDE LAS INSTITUCIONES.
Las tres personas detenidas por el secuestro y homicidio de Tonatiuh son Jonathan “N”, Alfredo “N” y Víctor Manuel “N”.
“Desafortunadamente por hacerle caso a la autoridad me tardé mucho esperando la respuesta. A principios de noviembre, por ahí, me dijeron ya sabemos quiénes son, pero tenemos que hacerlo bien porque es gente experta en la materia jurídica, gente con conocimientos, gente que tiene, que está dentro del sistema, entonces tenemos que hacerlo bien para que no se nos vayan de alguna manera los vayan a liberar.
“Que le digan a usted ‘ya sé quién te hizo el daño, pero no lo podemos agarrar’ me resulta a mí increíble porque así sea funcionario, no sea funcionario, sea servidor público, si cometió un delito es un delincuente, entonces se tiene que actuar conforme a la ley, no esperar, sobre todo porque estaba de por medio la vida de mi hijo y sobre esa premisa yo creo que no hay ninguna ley por encima, ni procedimiento, ni forma qué hacer para organizarse y poder detenerlos, entonces estuvimos esperando a que se dieran las cosas con calma”, dijo.
De acuerdo con fuentes cercanas a la investigación, de los detenidos, uno era notificados del Tribunal Unitario de Justicia para Adolescentes y se encontraba de licencia en la Fiscalía General del Estado, donde se desempeñaba como auxiliar de Ministerio Público en el área de robo de vehículos. De acuerdo con las fuentes consultadas este imputado es hijo de un ex comandante de la policía judicial de Morelos.
Otro de los detenidos se desempeñaba como Coordinador de Sala de Juicios Orales en el Tribunal Superior de Justicia del Estado y el tercero era custodio en el Centro de Ejecución de Medidas Privativas de la Libertad para Adolescentes (Cempla).
“Uno es su papá es ex judicial de hace muchos años aquí en Morelos con muchos cargos, muchos lugares, muy polémico, el otro es sobrino al parecer de una juez que también de alguna manera siente protección porque están dentro del sistema. Estando dentro del sistema se generan vínculos.
“A mi hijo no lo secuestró la delincuencia común y corriente, a mi hijo lo secuestró y lo asesinó la delincuencia institucional, fue víctima de la delincuencia institucional porque tienen el poder, tienen todo, tienen relaciones, vínculos, tienen comunicación, tienen un montón de cosas que les hace estar plenamente seguros y tranquilos de que no les va a pasar nada”.
Dos años después de estos hechos los tres detenidos no han sido sentenciados.
La exigencia del padre de Tona es que Graco Ramírez no deje el cargo sin que antes se haya hecho justicia en este caso.
“Desde el momento en que las víctimas empezamos a clamar justicia, desde ese momento estamos sujetos a que ya sea la parte actora o la parte de servidores públicos que no realizan bien su trabajo estemos dentro de sus objetivos y pues yo les he dicho que si mi sangre es el motor que la justicia necesita para poder trabajar, pues que vengan por ella, yo no tengo ningún inconveniente en que sea así, pero yo solo pido que se haga justicia, pero no nada más para mí, porque hay un colectivo de víctimas que todos estamos en el mismo lugar, que se nos haga justicia”, dijo.
Y es que para Don Fabián, junto con la vida de su hijo se fue la de él.
“No es posible, dice la gente que se aprende a vivir, pero no, no se aprende a vivir, no se aprende, todos los días es lo mismo, no se puede aprender a vivir, no se puede superar, tus metas, tus objetivos, tus sueños ya no existen”, expresó.
Ever Gerardo René Flores Escobar, asesor jurídico del padre de Tona, confirmó que dentro de las investigaciones se ha establecido que al momento de su detención y de cometer el crimen los imputados se encontraban activos como servidores públicos dentro del Poder Judicial del Estado de Morelos.
“Atendiendo precisamente a que estos hechos ya fueron dados a la luz, precisamente desde que fueron vinculados a proceso, obviamente atendiendo a circunstancias de que no podemos dar nombres, precisamente por el principio de presunción de inocencia, pero sí podemos establecer claramente que esas personas que fueron en su momento vinculados a proceso sí se encontraban activos como servidores públicos dentro del poder judicial del estado de Morelos”, dijo.
En caso de ser encontrados culpables de cometer el delito de secuestro agravado, los detenidos podrían alcanzar una pena de 140 años de cárcel.
Hasta el momento y a unos días de concluir su administración, ninguna autoridad del gobierno de Graco Ramírez se ha pronunciado sobre este crimen ni sobre el papel que jugaron las autoridades de la Fiscalía General del Estado y la Unidad Especializada en combate al Secuestro.