La explosión ocurrida la noche del pasado lunes 18 de marzo en el volcán Popocatépetl que alcanzó 1.2 kilómetros de altura y arrojó fragmentos incandescentes a una distancia de 2.5 kilómetros, no es de las más fuertes registradas históricamente en el coloso, dio a conocer Ana Lillian Martin del Pozzo, investigadora titular del Instituto de Geofísica de la UNAM.
En entrevista con Excélsior, explicó que la actividad de «Don Goyo» se mantiene dentro de los escenarios más comunes y probables contemplados en el semáforo de Alerta Volcánica Amarillo Fase 2, a partir de su nuevo despertar que data del 21 de diciembre de 1994.
«Estamos en una fase de actividad del Popo, no de las más intensas dentro de las más comunes, de las de mayor probabilidad, pero si obviamente con respecto a hace cuatro meses, pues tenemos mayor actividad hoy en día”, señaló.
De acuerdo a un documento que contiene la historia de la actividad del volcánPopocatépetl publicado por el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), una de las explosiones más fuertes en el coloso, se registró el 30 de junio de 1997, cuando la pluma alcanzó 8 kilómetros de altura y la ceniza mezclada con agua de lluvia llegó hasta la Ciudad de México.
En octubre del año 2000 se reportaron varias erupciones que produjeron columnas de ceniza de entre 5 y 6 kilómetros de altura.
Mientras que el 25 de julio de 2006 se presentó una exhalación que generó una columna de ceniza de 5 kilómetros de altura, por mencionar sólo algunas.
La doctora en Vulcanología detalló que la actividad de los últimos días en el Popocatépetl se debe a la destrucción del domo 82 en el cráter, por lo que no se descarta la formación de uno nuevo con la solidificación del magma, por lo que podrían presentarse más explosiones.
Destacó que en esta fase del volcán es necesario tener cuidado con la salud de la población por la presencia de ceniza en el ambiente, porque puede irritar los ojos y afectar las vías respiratorias.
«Tenemos que cuidarnos de la ceniza, si es posible usando lentes cuando hay ceniza, cubriéndonos con tapabocas, y pues tratar de no estar al aire libre, por ejemplo, no irnos a correr cuando vemos que hay ceniza en el ambiente y decir: ‘no me pasa nada’, que es típico, pero si pasa, por eso hay que tener cuidado”, manifestó.
La también integrante del Consejo Científico Asesor del Volcán Popocatépetl dijo que lo más importante es que la gente, sobre todo de las poblaciones aledañas, se mantenga tranquila pero informada por los canales oficiales, y no creer todo lo que lee en redes sociales.
«Porque luego hay muchas cosas que salen en las redes que realmente están mal informadas y reproducen cosas que no son correctas, entonces, aunque haya buena intención, lo mejor es realmente ver por ejemplo la página de Cenapred o comunicarse directamente con sus autoridades de Protección Civil, precisamente porque estamos en continuo contacto con ellos y saben cómo está la actividad”, indicó.
Información de Excélsior https://www.excelsior.com.mx/nacional/estas-son-las-explosiones-mas-fuertes-del-popocatepetl-en-los-ultimos-anos/1302906