José Luis Rojas Beltran.
En medio de una creciente indignación y clamor de justicia, ayer a las 17.00 horas fue sepultado en el panteón municipal “La Leona” de Cuernavaca, el alumnos de la escuela Secundaria Federal número 2 de la colonia Altavista, “Francisco González Boca Negra”, Carlos Adán Sotelo González de 16 años de edad, asesinado de golpes y machetazos en la cabeza, por el padre y unos amigos de este, de uno de sus compañeros de salón, con los que sostuvo una riña tras un partido de fut-bol. Al respecto denunciaron familiares y compañeros del menor que la Procuraduría General de Justicia no ha cumplido con deber, “no ha hecho nada”.
Luego de prácticamente una semana de penosa agonía el menor, Carlos Adán, con domicilio en la calle Eufemio Zapata número 17 de la colonia Plan de Ayala pereció este lunes por la tarde en el Hospital General, en donde se había debatido entre la vida y la muerte a causa de un traumatismo craneoencefálico severo en el área frontal parietal, a consecuencia de golpes con palos, tubos y un machete que recibió en la cabeza.
De acuerdo a los hechos asentados en la carpeta de investigación HG01/388/2010, e información proporcionada por la madre del menor, Hortelina González, hace una semana su hijo salió de clases de la escuela secundaria donde cursaba el tercer grado en el salón marcado con la letra “F”, y junto con otros compañeros, bajaron a la colonia “Sacatierra” a jugar un partido de fut-bol.
Sólo que entre todos sus compañeros también iba un alumnos del mismo salón con el que Carlos Adán y tres de sus amigos habían tenido diferencias y escenificados pleitos, al calor del juegos, los resentimientos afloraron y se enfrascaron en una riña, en que al parecer saco la peor parte del adversario de Carlos Adán y sus amigos.
Con lo que no contaba el hoy occiso y sus compañeros, es que su adversario tiene su domicilio muy cerca del lugar donde jugaban y que su padre y “unos amigos”, con facha de malvivientes del lugar, “tomaron partido” y armados con palos, tubos y machetes se fueron encima de Carlos Adán y tres de sus compañeros correteándolos.
Desafortunadamente según se ha logrado saber ahora, Carlos Adán trato de huir de sus agresores y se metió a un callejón sin salida, por lo que fue salvajemente golpeado y quedó inconciente hasta que tuvo que ser auxiliado por personal de una ambulancia que solicitaron los vecinos.
Tras esta bestial agresión los familiares del entonces herido, solicitaron información sobre la identidad del compañero de Carlos Adán para identificar a su padre y a sus cómplices, pero hasta la fecha se han topado con el encubrimiento del director del plantel, Manolo Hernández Cortés, pese a que se trata de un crimen, y lo mismo han hecho algunos maestros que conocen del caso.
A esto se suma el hecho que en todos estos días en que estuvo hospitalizado el menor, hasta este lunes por la tarde que falleció, ni la Procuraduría General de Justicia ni la Policía Ministerial, hicieron nada para dar con el paradero de los ahora criminales, “vamos ni siquiera han ido a interrogar a los maestros para que les den a ellos como autoridades, la información elemental que tienen de quien es el menor, para identificar a su padre hoy asesino y seguramente cuando lo quieran hacer, ya todos se dieron a la fuga, en un ejemplo más de impunidad por la indolencia de la nuestras leyes y justicia”.