• Se propuso un Consejo de Organizaciones Religiosas por los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes
Como parte de la agenda prioritaria para garantizar los derechos de la infancia y adolescencia durante y después de la contingencia por el COVID-19, la secretaria ejecutiva del Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), Danae De Negri, junto a Luis Héctor Herrera, director general de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobierno, sostuvo una reunión con diversas autoridades y representantes de organizaciones religiosas del estado.
Lo anterior, de acuerdo al derecho XIII, de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes: Derecho de la Libertad de Convicciones Éticas, Pensamiento, Conciencia, Religión y Cultura; que enfatiza que las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a disfrutar libremente de su lengua, usos y costumbres, prácticas culturales, religión, recursos y formas específicas de organización social.
La reunión, que tuvo la finalidad de proponer un Consejo de Organizaciones Religiosas por los Derechos de niñas, niños y adolescentes, contempló la propuesta del programa de trabajo para el 2020, que incluye la participación de la comunidad religiosa en la difusión de los derechos humanos de las personas menores de edad, y la revisión y el diseño, en su caso, de protocolos de atención a la infancia y adolescencia, en apego irrestricto a sus derechos.
A través del mismo se pretende implementar un mecanismo de coordinación efectivo entre las diversas representaciones religiosas y las instancias gubernamentales, para que se llevan a cabo mesas de trabajo con el propósito de diseñar una ruta integral de atención para niñas, niños y adolescentes, y sensibilización dirigida a padres, madres y cuidadores; pero también a representantes religiosos para prevenir las violencias.
Los ejes rectores del Consejo deben incluir el Interés Superior de la Infancia, un enfoque y garantía de derechos, la igualdad y no discriminación, el ciclo de vida, la promoción de la corresponsabilidad y la transparencia y rendición de cuentas, entre otros, y contemplar, además, el trabajo de la Comisión de la Primera Infancia.
Danae De Negri propuso socializar los programas y las campañas para la protección de los derechos de esta población que manejan diversas entidades gubernamentales, así como el diseño propio de contenidos para difundirlos; de igual forma unificar protocolos de actuación e intervención para que dentro de cualquier organización religiosa, la comunidad sepa que niñas, niños y adolescentes son sujetos de derechos, y que se les debe respetar independientemente de las creencias de cada persona.
Participaron en la reunión el Presbítero Amado Ocampo, representante del grupo de laicos y fieles de la Diócesis de Cuernavaca, de la iglesia católica, a cargo de Monseñor Ramón Castro; quien afirmó que están trabajando en la prevención de violencias directamente con los sacerdotes; manejando un protocolo en el que se establece que ninguna persona menor de edad puede estar a solas con algún religioso, para que las acciones de formación sean transparentes.
Además, Avelina Del Águila, canciller de la Iglesia Anglicana, compartió el trabajo que ha realizado su comunidad con la ONU, respecto a la prevención de trata contra niñas, niños y adolescentes.
El pastor Mauro Chino, de la Iglesia Bautista y presidente de la Asociación Intereligiosa de Morelos, expuso el trabajo en zonas de comunidad indígena, donde los usos y costumbres imperan sobre los derechos de la infancia, y contó sobre el trabajo formativo que están desarrollando, para transformar la cultura de la violencia contra niñas y adolescentes, cuando son abusadas sexualmente y comercializadas como parte de las costumbres que se pretenden erradicar a través de la educación.
Por su parte, Bernabé Mendoza, ministro licenciado de la Iglesia de Nazareno, comentó sobre el acuerdo sostenido por su iglesia en la asamblea mundial, de promover no sólo la sanción de los religiosos cuando cometen un abuso contra algún infante, sino también ponerlo a la disposición de las autoridades competentes.
El pastor de la Iglesia Presbiteriana, Arturo Torres, refirió que se creó un club de niñas y niños para fomentar el respeto a sus derechos.
Mientras que Jesús Villa, pastor de Casa de Gracia y Casa de Sanidad, miembro de la Alianza de Pastores de Morelos, trabaja con las casas de rehabilitación para prevenir y atender las adiciones al juego, a las tecnologías, y a las sustancias prohibidas, así como en la escuela de padres a fin de que cuando las y los niños regresen a casa, no encuentren violencia.
Pablo Manuel Díaz, director de comunicación y asuntos públicos religiosos de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, labora en un programa de fortalecimiento integral para niñas y niños, pero también para integrantes de la familia y miembros de las capillas en todo el estado. Asimismo, el Padre Zacaría, del Patriarcado Copto Ortodoxo, indicó el constante trabajo hacia la infancia y juventud, a través de actividades lúdicas y artísticas.
Finalmente, el director de Asuntos Religiosos, Luis Héctor Herrera, enfatizó en la necesidad de trabajar en talleres de valores para construir una sociedad de paz, en donde no se normalice la violencia.
Acompañaron esta labor la Red de Jóvenes por los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del estado de Morelos.