Hoy por hoy, nos inculcan en nuestras familias que debemos estudiar, trabajar, formar una familia y tener nuestra propia casa, incluso por allí dicen que «casados», quiere decir casa de dos. Hemos sido culturizados con el cuento de los 3 cochinitos, en donde la casa más fuerte de los 3, es la que va a resistir el embate del lobo. ¿Esto a qué nos lleva? Intento explicar que la mayoría de los mexicanos, nos pasamos una vida ahorrando a través de nuestro trabajo, en los distintos esquemas de ahorro que existen en nuestro país, como por ejemplo, el FOVISSSTE, el INFONAVIT, el Instituto de Crédito para los Trabajadores (Morelos), etc.
Allí radicamos nuestro ahorro y al final nos autorizan hacer uso de nuestro dinero y así podemos adquirir nuestra casa, por única vez en la vida, hasta ahora así está plasmado en la ley. Entonces, cómo explicar que según el informe del INFONAVIT para el 2011, hay un parque de casas deshabitadas, abandonadas o como usted le quiera llamar de la escalofriante cifra de 5 millones de casas; lo que equivale, al 14 % del parque habitacional que existe en nuestro país. Es una locura.
Según reporte del último censo población del 2010, el 23 % de las casas abandonadas (1 de cada 4) se encuentran en los estados de Chihuahua, Baja California y Tamaulipas. Incluso se señala que existen 11 municipios perfectamente identificados, que cuentan con al menos el 40 % de su parque habitacional deshabitado, es decir 4 de cada 10 casas, ¿lo puede usted creer?
Los municipios están ubicados: 3 en Chihuahua, 2 en Oaxaca, 2 en Puebla, en el Estado de México, Nuevo León, Zacatecas y Baja California. Se dice que las causas de dicha desocupación, se deben a que las viviendas están muy lejos del lugar donde se trabaja, de la escuela, o por falta de servicios públicos, como puede ser energía eléctrica y otros. Esta es la explicación que da la SEDESOL, misma que a juicio del que escribe, es una falacia.
Es cierto que son condicionantes importantes las aludidas, pero la verdad que no quieren decir, es que se debe a la falta de empleo y por lo mismo no pueden pagar ya sus hipotecas, o que incluso hayan perdido el que tenían. Pero el más grave de los motivos, es la inseguridad que prevalece en nuestro país. Cheque usted los estados involucrados y se dará cuenta que son en su mayoría, estados del norte del país, que es ahí donde constantemente priva la inseguridad de manera alarmante y ha condicionado que muchas familias mexicanas abandonen lo que con mucha ilusión habían concebido y conseguido con el fruto de sus esfuerzos de toda la vida, su casa.