José Luis Rojas Beltrán.
La falta de claridad y transparencia en la asignación de los seguros de vida , pues nadie ha visto las respectivas pólizas, la carencia de uniformes, armamento, patrullas y hasta gasolina para las mismas, sin faltar el aumento salarial, exigieron elementos de la Policía Municipal de Cuernavaca, al alcalde Manuel Martínez Garrigós, has unos momentos, en el marco de la ceremonia luctuosa de sus compañeros Víctor Diego Navarrete y Elías Rea Aviles, asesinados ayer por presuntos sicarios del crimen organizado en la carretera a Tepoztlán.
En medio de un clima de enardecimiento, por el artero y cobarde crimen de los dos policías de la patrulla 02871, los uniformados, al termino de la ceremonia impidieron la salida de las autoridades municipales, pese a los inútiles esfuerzos del secretario de Protección y Auxilio Ciudadano, Rogelio Sánchez Gatica y obligaron al alcalde Manuel Martínez a escucharlos y a sostener un dialogó en el auditorio de la corporación.
Todo ello en medio de gritos, exigencias, recriminaciones por las promesas incumplidas y porque insistían los policías, “cuantos compañeros más tienen que caer para que vengan y nos escuchen y nos prometan, porque no nos cumplen”.
El presidente municipal, Manuel Martínez Garrigos, entendiendo la gravedad de la situación y mostrando sensibilidad y responsabilidad, así como una determinación fundamental para atender y resolver el problema, conmino a los uniformados a calmarse al tiempo en que los invitaba a dialogar, comprometiéndose a responder a sus demandas y desde las 9.40 horas se inició una rispida cadena de reclamos y peticiones al alcalde, quien escucho con calma y atención el sentir de los policías.
Las expresiones y exigencias, fueron desde por la falta de uniformes, de armas, de parque para las mismas, de patrullas, de gasolina, de salarios dignos, hasta por situaciones tan absurdas como cuando los ponen a resguardar casas de sicarios, narcos o víctimas de estos, sin radio, sin arma y tan sólo con una patrulla descompuesta a las puertas de los inmuebles, para que se resguarden en caso de lluvia, pero sin ningún elemento de defensa.
Pero la mayoría de los uniformados coincidió en que lo que una vez más detono la indignación de todos ellos fue que “se nos ha prometido, dicho y asegurado, que ya tenemos todos nuestro seguro de vida, pero nadie ha visto la policía, nadie sabe en caso de que caigamos en cumplimiento del deber, cuando va a cobrar y a donde, pero sobre todo, ni nosotros sabemos quien o quienes son los beneficiarios, porque nosotros no hemos firmado nada; no es posible que si ya tenemos el seguro de vida, no nos puedan dar una copia, la información elemental que debemos tener”.
Esto hizo que las viudas y demás familiares de los policías Víctor Diego y Elías Rea, caídos ayer regresaran a exigirle al alcalde, como todos los demás policías, que “nos den por escrito, con firma, su compromiso su promesa de que ya estamos asegurados, de que contamos con el seguro de vida, porque ya estamos cansados de promesas, promesas muy bonitas de campaña que hasta ahorita no hemos visto”.