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Resultado de las pruebas presentadas por la Unidad Especializada de Investigación contra los Delitos de Homicidios de Mujeres y Feminicidios de la Zona Metropolitana, la autoridad judicial sentenció a 45 años de internamiento a Raquel Jazmín Porcayo Mosqueda, quien padece de sus facultades mentales y es responsable de privar de la vida a una mujer en 2010.
Conforme a la Causa Penal JO/26/2012, el agente del Ministerio Público expuso durante el juicio alegatos de prueba contundentes en los que se confirmó la responsabilidad penal de Porcayo Mosqueda en el homicidio, razón por la cual permanecerá recluida en un área especial del Centro de Reinserción Social Morelos.
Como se recordará, el 3 de marzo de 2010 trabajadores de la empresa PASA informaron a las autoridades que entre los desperdicios del tiradero Loma Mejía, ubicado en la colonia Lomas del Bosque, se encontraron partes que en apariencia correspondían al cuerpo de una persona. Por lo cual la Procuraduría General de Justicia inició la Carpeta de Investigación AHMDS/08/2010, confirmando más tarde que se trababa de una mujer.
De esta forma, agentes ministeriales se abocaron a la búsqueda y localización de la imputada, la que fue asegurada pasadas 24 horas del hallazgo del cuerpo y quien en sus primeras declaraciones manifestó que cuidaba a la menor hija de la hoy occisa, mientras ella se iba a trabajar; sin embargo, desde hace algunos años atrás, dijo, sostenía una relación sentimental con un ex compañero de escuela, de quien se embarazó y perdió al bebé.
Ante tal situación, y por temor a que el hombre la abandonara, y aprovechando que los tiempos coincidían con la llegada de la menor, para inventarle a su pareja que dicha niña era de él, pero con el tiempo las cosas se complicaron, ya que semanas antes del homicidio la finada le manifestó que se llevaría a su hija.
Razón por la cual, la implicada refirió que ambas comenzaron a discutir, ya que la occisa ya no deseaba que le cuidara a su hija, lo cual le molestó originando que llegaran hasta los golpes y una vez que logró que la víctima perdiera el conocimiento la hirió con un cuchillo en el cuello; además de tratar de estrangularla y después asfixiarla con una bolsa de plástico.
Más tarde, Porcayo Mosqueda metió el cuerpo en bolsas negras, a las que roció gasolina y prendió fuego; enseguida la colocó en más bolsas, las que arrastró hasta la calle, para que el camión de basura se las llevara.
Sin embargo, la feminicida no se percató que afuera de su domicilio, ubicado en la calle Pirul de la colonia Teopanzolco, había dejado huellas de arrastramiento, además de que el olor había quedado impregnado, evidencias que fueron determinantes para confirmar la responsabilidad de Porcayo Mosqueda.
