La falta de control y disciplina entre el personal de la Procuraduría General de Justicia y la Policía Ministerial, quedó demostrada una vez más este fin de semana al haberse registrado dos incidentes de tránsito, en los que un agente del Ministerio Público y un policía en estado de ebriedad se accidentaron en vehículos oficiales.
Pero además al cuestionar Zona Centro a personal de la Visitaduría general de la PGJ, sobre estos hechos y las sanciones a las que se podrían hacer acreedores los funcionarios quedó de manifiesto que agentes del ministerio público y ministeriales, solapados por sus compañeros y jefes inmediatos, hacen de las suyas desempeñando sus labores en estado de ebriedad y ocultando la información cuando ocurren situaciones como estas.
El primer hecho, se registró este viernes alrededor de las 22.00 horas, en la avenida Emiliano Zapata de Temixco, cuando personal de Protección Civil y Bomberos atendían una contingencia, porque unos ebrios sujetos que viajaban en un Volkswagen gris se habían impactado contra un poste derribándolo, poniendo en riesgo a los vecinos mientras los responsables se daban a la fuga, pero para empeorar las cosas, llegó el Fiscal de Delitos Diversos Antonio Rodríguez Gómez a bordo del vehículo oficial Nissan Tsuru placas 1307 y se impacto contra un carro de bomberos, una camioneta Ford 150.
Fue así como las autoridades municipales se encontraron con un Fiscal con tercer grado de intoxicación alcohólica, al que por lo mismo en “atención a su embestidura de Servidor Público”, le dieron todas las facilidades pues a final de cuentas los seguros de ambos vehículos se hicieron cargo de reparar los desperfectos y todo quedó como si nada hubiera pasado.
Pero cuando personal de la Visitaduría General de la Procuraduría General de Justicia, solicitó el informe de los hechos, no recibió más que generalidades y hasta esta tarde no tiene la certificación del grado de embriagues del Fiscal. Pues evidentemente sus compañeros de Temixco lo encubrieron.
Por otra parte este mismo fin de semana en la zona sur del estado, trascendió de la misma manera que un elemento de la comandancia de Tlaltizapán, al que sólo se le ha logrado identificar por su apellido Zambrano y quien se encontraba de guardia, en estado de ebriedad al conducir por la carretera Tlaltizapán a Zacatepec, se salió de la cinta asfáltica y se fue hacia los cañaverales, por lo que fue detenido con el arma de cargo, inicialmente por la policía municipal, cuyos elementos notificaron del hecho a su comandancia y ahí “pidieron las atenciones”, para que el elemento no fuera puesto a disposición, y ahí tampoco pasado nada.
De igual manera cuando el personal de la Visitaduría General del sector central pidió informes a la Policía Ministerial, le negaron todo, argumentando que todas las patrullas de la zona sur del estado, estaban intactas y no se había registrado percance alguno, evidenciando así las componendas que se dan entre el personal de la PGJ y de la Policía Ministerial, sin que sus titulares se den por enterados.