Norbert Frýd (1913-1976), considerado uno de los más destacados escritores contemporáneos de la antigua Checoslovaquia (hoy República Checa), se dejó atrapar por el tema de la invasión del Imperio a México, y de esa gran entramada de datos y personajes hubo uno que atrajo de inmediato su atención, por la polémica y mito generados a su alrededor: Carlota de Bélgica.
Desde su particular perspectiva, el autor intenta descifrar la personalidad de la emperatriz, así como de otros personajes, en su novela “La Emperatriz Carlota de México”, que será presentada el jueves 16 de agosto, a las 19:00 horas, en la Sala Manuel M. Ponce del Centro Cultural Jardín Borda.
Consciente de la existencia de abundante literatura en torno a las figuras de Maximiliano de Habsburgo y Carlota, el autor busca interpretar las circunstancias externas que ha consignado la historia.
“He tratado de descifrar fielmente dichas circunstancias y evitar hipótesis arriesgadas (…) Quise investigar cómo era el entorno que hizo posible a una persona perturbada, una enferma mental, víctima ella misma de presiones y al mismo tiempo deseosa de presionar a otros, desempeñar un papel tan determinante en el destino de miles de seres a quienes arreó hacia una muerte segura”, refiere Frýd.
Por medio de preguntas como ¿fue Carlota una víctima?, ¿Esa jovencita de 17 años, a la que embrujaron con la promesa de detentar el poder si se unía a un archiduque austríaco impotente, fue realmente víctima de los convencionalismos?, ¿O de verdad quería a ese hombre y lo escogió libremente como el compañero ideal, para la difícil escalada hacia la más alta cima del poder que podría alcanzar en este mundo?, Norbert Frýd describe las circunstancias históricas, ideológicas, culturales, políticas y afectivas, en torno a la designación de Maximiliano como emperador mexicano, en el marco de la lucha entre liberales y conservadores por definir el destino de México.
El Instituto de Cultura de Morelos invita a conocer una perspectiva distinta a las obras meramente históricas, acerca de la emperatriz Carlota, quien junto con Maximiliano de Habsburgo está fuertemente ligada a la historia de nuestro país y muy en particular, a la de Cuernavaca.