Mientras la Policía Preventiva Municipal de Cuautla se queda sin fuerza de tarea, ya que hasta el momento 70 oficiales fueron dados de baja por no aprobar los exámenes de control, el número de asaltos a transeúntes, cuentahabientes bancarios y locales comerciales va en aumento. La población manifiesta temor ante la cercanía de las fiestas decembrinas y la entrega de los aguinaldos.
La síndico municipal Juanita Guerra Mena confirmó que 70 oficiales fueron dados de baja, como consecuencia de la no aprobación de los exámenes de control y confianza, «se han tenido reuniones con autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública, sin embargo la preocupación es que el número de elementos despedidos va incrementándose, lo que podrían conllevar a un incremento en la delincuencia», refirió.
Aunado a ello la convocatoria para la contratación de nuevo personal, simplemente no genera los resultados esperados y no se logra cubrir las plazas que quedan vacantes, situación que dijo la funcionaria es preocupante al finalizar el año cuando se genera más movimiento de dinero circulante generado con el pago de aguinaldo y las fiestas que se celebran en los hogares.
Guerra Mena recalcó que en total deben de ser 300 plazas ocupadas en la Policía Preventiva, de acuerdo al Fondo del Subsidios para la Seguridad de los Municipios (Subsemun), cuyo recurso viene etiquetado para pagar al total de los elementos, sin embargo, hasta la fecha son sólo alrededor de 200 los policías, divididos en dos turnos, quienes vigilan las 44 colonias y sus ampliaciones.
Mientras tanto se han incrementado las denuncias y solicitudes de apoyo por asaltos registrados en el centro de la ciudad y las colonias Emiliano Zapata, Morelos, Guadalupe Victoria, manantiales y Eusebio Jauregui.
Mención aparte merecen las instituciones bancarias y sus clientes quienes se ven afectados por la delincuencia, ya sea en el centro o en las colonias donde se ubican en conjunto donde no hay vigilancia privada en el interior de las instituciones y mucho menos pública en el exterior, situación que se agudizará durante las siguientes semanas cuando se generen los pagos de aguinaldo y las compras de fin de año.