A fines de 2010, aproximadamente 34 millones de personas vivían con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en el mundo, un 17 por ciento más que en 2001. La mayoría en países de ingresos bajos o medios. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta diciembre de 2011 habían muerto 30 millones de personas por la infección, y al año, esta cifra es de 1.8 millones.
Ante esa pandemia, en México hay tareas pendientes en materia de prevención entre la población menor de 25 años, en cobertura para atender a los pacientes que requieren tratamientos antirretrovirales, y en estrategias orientadas a la detección oportuna del padecimiento, aseguró Blanca Rosa Ruiz Romero, de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM.
Se requieren recursos suficientes para mejorar las condiciones de atención médica de quienes viven con VIH o se encuentran en una fase avanzada de la enfermedad, como sucede con el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), e involucrar a la sociedad en su conjunto en estos temas. No podemos permanecer ajenos ante este problema de salud pública, precisó.
En México viven más de 220 mil personas con VIH, cada año ocurren seis mil nuevas infecciones, y la población femenina es el grupo más vulnerable. En 2011, el país ocupó el segundo lugar en América Latina por mujeres infectadas, al pasar de una por cada 27 hombres que vivían con la enfermedad, en la década de los 80, a una por cada cinco, informó en el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Sida, que se conmemora este primero de diciembre.
El número de infecciones entre ellas continúa en ascenso. Al 31 de marzo de 2012, representaron el 18 por ciento del total de casos diagnosticados en el país, con un total de 27 mil 818 mujeres. Entre 1984 y 2012, sumaron el 27 por ciento de las detecciones registradas en el Sector Salud, con 10 mil 670. Su vulnerabilidad se debe a factores culturales, socio-demográficos y características fisiológicas, precisó la académica de Trabajo Social.
Riesgos acumulados
El VIH puede adquirirse por medio de relaciones sexuales vaginales, anales u orales no protegidas con una persona infectada, la transfusión de sangre contaminada o el uso compartido de agujas, jeringas u otros instrumentos punzantes. Asimismo, se transmite de madre a hijo en el embarazo, el parto y/o la lactancia.
Infecta a las células del sistema inmunitario, lo que altera o anula su función. Así, se deteriora de manera progresiva, hasta el grado de la inmunodeficiencia. En esta etapa, el organismo es incapaz de luchar contra infecciones y enfermedades.
El SIDA es un término que se aplica a las fases más avanzadas de la infección por VIH y se define por la presencia de alguna de las más de 20 infecciones oportunistas o de cánceres relacionados con él.
En 2011, Ana Güezmes García, directora regional de ONU Mujeres para México, Centroamérica, Cuba y República Dominicana, advirtió que la mayoría de mujeres en el país adquirieron el virus por violencia sexual de su pareja. La discriminación, la injusticia, y la brutalidad contra adultas, jóvenes y niñas explican el aumento en las tasas de infección.
Al respecto, Ruiz Romero explicó que, culturalmente, son más vulnerables que los hombres al no tener la posibilidad de establecer vínculos basados en la igualdad de género y las problemáticas inherentes a la negociación para el uso del condón en las relaciones sexuales. Esto las coloca en una situación de mayor riesgo.
Por lo general, se unen a hombres de mayor edad quienes, en su mayoría, han tenido otras parejas sexuales en la vida, lo que representa una vulnerabilidad de tipo sociodemográfico.
Por sus características, los órganos sexuales pélvicos externos femeninos están más expuestos al contacto con el virus durante una relación sexual. Al conjuntar todos los factores referidos, estamos ante riesgos acumulados, precisó.
Además de la información necesaria, se les debe garantizar el acceso a medios para prevenir la infección. Los condones femeninos no están disponibles en cualquier farmacia y su precio es mayor que el de los masculinos. En su mayoría, desconocen no sólo como se utiliza, sino su existencia, ejemplificó.
Entre los varones, predominan las infecciones por transmisión sexual. En 2011, el 47 por ciento de los casos de VIH detectados se registró entre los que mantienen relaciones sexuales con otros hombres.
Según la Cartilla de los derechos de las personas que viven con VIH/SIDA en México, esta condición no debe provocar discriminación, ni considerarse motivo de detención, aislamiento o segregación, o como causal para la negación de servicios de salud, despido laboral, expulsión de una escuela o del país, así como desalojo de una vivienda, entre otros.
En materia de prevención y educación sexual, los jóvenes son un grupo de atención prioritaria, por la reducción en las edades para el inicio de la vida sexual. Al carecer de información y vivir con una percepción limitada del riesgo de contraer el VIH u otra enfermedad de ese tipo, los coloca en franca vulnerabilidad.