Desde muy joven Don Genaro Villamil se convirtió en un brigadista voluntario, tiempo después fundó el Grupo Cívico Forestal Halcón y actualmente a sus 78 años de edad continúa arriesgando su vida sofocando incendios que consumen la flora y la fauna en Morelos.
Acompañado de 22 voluntarios más que integran el Grupo Halcón hacen uso de rastrillos, palas, lámparas, sogas y agua recorriendo kilómetros entre cerros y veredas, e incluso cuando en ocasiones no cuentan ni con el vital liquido recurren a usar palmas y hojas de arboles para apagar el fuego.
Don Genaro quedó sordo de un oído cuando recurrió al rescate de una persona en una explosión de pirotecnia y a pesar de esto y de su edad, continua arriesgado la vida, sólo por amor a la naturaleza.
“Son como una criatura los árboles, desde chiquitos se queman y se pierden y eso es lo que me da coraje y tristeza que se quemen los cerros como ahora que duramos 15 días y noches trabajando, pero yo voy a seguir hasta que Dios me quite la vida” sostuvo Genaro Villamil.
Inculcó a su familia el respeto por el medio ambiente y amor a la labor que realiza, por lo que ahora sus hijos y nietas siguen su ejemplo y forman parte del grupo halcón, sin recibir dinero ni un sueldo, lo único que solicitan es el apoyo de las autoridades en uniformes y equipo, pues durante años de combatir el fuego, este los ha ido consumiendo.