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El público que llenó el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris y que lo recibió de pie unos minutos antes con una ovación de dos minutos, atestiguó la entrega que hizo el Jefe de Gobierno Marcelo Ebrard Casaubon y la Secretaria de Cultura Elena Cepeda de León de esta presea que reconoce la labor de Dehesa y le rinde homenaje a su amor por esta ciudad y por ser un conocedor profundo de sus rincones, viajero de sus calles y escucha de sus muchas voces.
Los invitados especiales del escritor y cronista fueron sus entrañables amigos: Tania Libertad, quien le cantó a capela Yo vengo a ofrecer mi corazón; el actor Héctor Bonilla, quien recordó algunos de los personajes creados por Germán desde la trinchera de sus letras, y las periodistas Carmen Aristegui y Fernanda Familiar, además de su hijo Ángel Dehesa.
En la noche de su homenaje, Germán Dehesa dibujó pinceladas de su carácter, de su trabajo y de su forma de situarse en el mundo: “Mi gran virtud es mi capacidad para ser metiche, estar en todos lados y preguntar, y ha sido muy divertido porque para platicar ¡qué buenos somos! Desde tempranito estamos en eso. Y tener una parienta cercana que anda en malos pasos, es una ganga inapreciable. Si tienen alguna cuídenla, que permanezca en el pecado”.
En otro momento dijo: “La clase media mexicana es una hueva, es la que mantiene los antivalores que nos tienen agarrados del pescuezo, porque o tienen el dinero y el poder, o son colaboradores de quienes tienen el dinero y el poder. Nosotros nacimos libres y hemos de morir libres, o si no qué chiste”.
Y finalmente expresó: “Estoy feliz porque estamos aquí, porque hay aquí gente de bien, están mis hermanos, mis hijos, mi amigos, mi familia periodística. He encontrado caminos: el humor. Ahí voy viviendo de las mentiras de la gente, pero también de las grandes verdades de mi país”.
Al entregar la medalla, Marcelo Ebrard Casaubon aseguró que es un privilegio otorgar este reconocimiento, “te queremos, te leemos, te admiramos. Es muy justo entregarte este diploma que no hace sino reconocer lo que eres y representas para esta ciudad. Gracias por todo lo que haces, lo que has hecho y lo que harás”.
Por su parte, Elena Cepeda de León señaló que Germán Dehesa es un ciudadano contemporáneo de esta capital: democrático, multicultural, crítico, propositivo. “La celebración que hoy nos reúne se debe al reconocimiento por su forma de expresar los modos de ser de una cultura como la nuestra. La medalla que hoy recibe es un reconocimiento colectivo donde queda manifiesto el respeto y afecto que esta ciudad brinda a uno de sus habitantes distinguidos por su talento, creatividad y esfuerzo por descifrar una urbe encriptada y majestuosa como es esta Ciudad de México”.
El reconocimiento que hoy recibe el escritor, añadió, es motivo de orgullo para el Gobierno del Distrito Federal, la Secretaría de Cultura y todos los ciudadanos que reconocen en la trayectoria de Germán Dehesa su compromiso total por ofrecer siempre una visión crítica de nuestro entorno y por ayudarnos a comprender mejor nuestro acontecer.
“Gracias por tu apasionada lucha en la búsqueda por el respeto a las libertades y las diferencias, por convertirte en el eco de las voces ciudadanas llenas de humos popular, por tu picaresca política e ingenio urbano inigualable, pero sobre todo por haber hecho de esta ciudad la inspiración de tu existencia”, agregó Cepeda.
Tras la entrega de la medalla se realizó el espectáculo Permiso para vivir, armado por el maestro Dehesa y sus compinches, como cariñosamente los llama. Participaron Adriana Landeros en la voz, los guitarristas Jaime Guarneros, Ernesto Anaya y Antonio López, además del actor Eligio Meléndez. Fue un paseo por anécdotas, recuerdos, críticas y diálogos en torno al acto casi mágico de existir.
