Hace unos días Zona Centro Noticias dio a conocer de manera puntual la información dada a conocer por el Instituto Nacional de Antropología e Historia por el hallazgo de 14 osamentas de los siglos del XVI al XVIII encontradas durante los trabajos de recimentación de dos contrafuertes del muro norte del convento de Santiago Apóstol del municipio de Ocuituco creado por agustinos en 1534.
Juan Carlos Flores Espinoza Alcalde de Ocuituco explicó que las osamentas se encuentran a reguardo del INAH pero ahora se está buscando la edificación de un museo para albergar las osamentas al referir que en este hallazgo como lo explicaron los especialistas porque a un niño se le encontró una corona de clavos, una caja de madera restos de palma que era una especie de petate por lo que dos culturas se unieron la costumbre Europea durante el virreinato y los entierros indígenas.
El presidente municipal explicó que muy probablemente hay más restos en lo que es una especie de panteón en este ex convento el cual estaría también sobre una pirámide, aunque Ocuituco ya tiene un museo comunitario dentro de la iglesia este ya no quiere ser prestado por el párroco al considerar que el inmueble será utilizado para otras actividades como la enseñanza de la doctrina católica por lo que el ayuntamiento consiguió ya un terreno que fue donado de mil 200 metros cuadrados para un nuevo museo porque el sacerdote ya los desalojó del antiguo sitios.
La Secretaría de Turismo también ya entró al tema para la edificación del museo comunitario y se comenzaron a realizar los trámites pertinentes para la elaboración del proyecto ejecutivo porque el acuerdo con el INAH fue que las piezas serían regresadas a la comunidad.
Explicó que por el momento la zona está cerrado al público y los trabajos de excavación se pararon a pesar de que las autoridades consideran que hay más vestigios pero no hay recursos porque se requerirían varios millones de pesos.
Hay que recodar que en el hallazgo como parte del ajuar funerario se localizaron dos figurillas de cerámica, quizá se trate de silbatos zoomorfos, uno parece tener la forma de un venado y el otro de un león. En el cuello del infante se encontró un rosario de metal y también aparecieron múltiples botones de concha que forman parte de los restos de la indumentaria del infante. Los trabajos de excavación fueron realizados por el pasante de arqueología Jorge Linares, también del Centro INAH-Morelos.
El arqueólogo Raúl Francisco González Quezada, dijo que “En el proceso de exploración encontramos lo que seguramente es parte de un panteón, pues sabemos que los atrios, o gran parte de ellos, se usaron como cementerios, de tal manera que seguramente hay más osamentas”.
González Quezada dijo que las 14 osamentas están en un estado aceptable de conservación, y aunque no se sabe todavía si corresponden a hombres o mujeres, se puede advertir que se trata de una muestra de sujetos que va desde infantes hasta adultos de entre 50 y 60 años al momento de morir.
“Todos tienen un tratamiento mortuorio según el canon católico: se encontraron acostados boca arriba con los brazos cruzados en el pecho o en el abdomen y con la cabeza hacia el poniente —que respondía a la creencia de que así serían testigos del advenimiento de la Nueva Jerusalén—, lo que significa que todas las osamentas son de la época virreinal. Además, en algunas se hallaron restos de crucifijos de metal o de madera”.
“Este rescate —precisó el investigador— nos permitirá atisbar en el mundo cotidiano de los antiguos pobladores de Ocuituco, con las investigaciones de antropología física podremos saber su edad, sexo, patologías, cuáles eran sus actividades predominantes, cómo se alimentaban, si eran nativos o no y eventualmente su jerarquía”.
Añadió que probablemente en tres o cuatro meses se tengan limpios los restos óseos que permitan obtener esta información, y contrastarla con los documentos históricos del archivo parroquial de Ocuituco —que datan del finales del siglo XVII—, donde se registra cuáles fueron las causas de muerte de los habitantes y de dónde proceden, es decir, “podremos cruzar la información arqueológica y antropológica con la etnohistórica”.
Cabe señalar que el Convento de Santiago Apóstol forma parte de la Ruta de Ex Conventos, declarada Patrimonio Mundial en 1994.