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Familiares de víctimas de la violencia en Morelos, denunciaron las presiones y hasta intimidaciones de que son víctimas a manos del comandante de la Policía Ministerial de feminicidios y hasta de homicidios, Rubén Peñaloza, para que a la hora de contratar los servicios fúnebres, “elijan” la funeraria que el les impone, ya que él recibe a cambio de cada servicio “negociado” una “cuota” de mil a mil quinientos pesos.
La gota que derramó el vaso ocurrió la madrugada de este miércoles, cuando familiares de un joven que había sido asesinado en la colonia Tulipanes, horas antes y quienes ya habían decidido contratar una funeraria, fueron llevados al cubículo de homicidios a donde llegó Rubén Peñaloza pese a ser comandante de Feminicidios, hizo pasar a empleados de “La Funeraria Romero”, indicando que esa es la que les iba a dar el servicio y no otra, porque “es la que estaba autorizada por él”.
Fue así que los familiares del joven asesinado fueron enganchados por estos empleados de la “Funeraria Romero”, con la compra inicial de un servicio por 3 mil 500 pesos, pero posteriormente les impusieron la venta de un féretro de diez mil pesos, pues trascendió que tenían que sacar los mil quinientos de cuota que debían de pagar al comandante Rubén Peñaloza.
Pero además salió a relucir que “esta es la forma de trabajar del comandante Rubén Peñaloza”, quien se ha puesto de acuerdo principalmente con los dueños de la funeraria “Romero” de Atlacomulco, para asignarles el mayor numero de servicios y clientes a sabiendas de lo que le tienen que pagar.
Por otra parte compañeros del mismo comandante Peñaloza, revelaron que este elemento cuando acude a los levantamientos de cadáveres en la vía pública, “prácticamente anda cazando a ciudadanos incautos que se ponen a tomar fotografías con sus teléfonos celulares o Ipats, para quitárselos tras intimidarlos de que están cometiendo un delito, diciéndoles que vayan a reclamar sus aparatos a la Procuraduría, pero sin darles ningún otro dato y posteriormente se dedica a venderlos entre sus colegas o conocidos.
Ante la indignante conducta de este comandante de la Policía Ministerial, algunos de los afectados, se preguntan; ¿Qué no hay ningún mando, autoridad o jefe de este sujeto, que se dé cuenta de los actos de rapiña que comete o será que reciben alguna participación de sus corruptelas?.
