Los buenos estudiantes fuman menos, según se desprende de un estudio en el que participa la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) y cuyos resultados han sido dados a conocer en la revista Nicotine & Tobacco Research.
María Durbán y sus colegas del departamento de Estadística de la UC3M han descubierto una estrecha relación entre el rendimiento escolar y el hábito de fumar: cuanto menor es el primero, mayor es el segundo. Concretamente, el consumo de tabaco es tres o cuatro veces más frecuente en los alumnos con un rendimiento muy bajo que en los que sacan mejores notas.
Los investigadores no consideran que la titularidad del centro educativo (público o privado) o el nivel de estudios de los progenitores constituyan factores que aumenten la probabilidad de fumar. Sin embargo, sí destacan la importancia del ambiente familiar por su influencia directa en el desarrollo de los comportamientos de los adolescentes. “En este sentido, la probabilidad de fumar es superior en aquellos hogares donde algún familiar consume tabaco”, apuntan los científicos.