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Con el objetivo de prevenir enfermedades asociadas al consumo de leche y sus derivados, la Secretaría de Salud a través de los Servicios de Salud de Morelos (SSM), hizo un llamado a la población a evitar el consumo de productos que no han sido sometidos a pasteurización como parte de su proceso de elaboración.
En Morelos, como en muchas otras entidades, existe la arraigada costumbre de consumir leche “bronca” y “quesos artesanales”, mismos que al no apegarse al proceso de pasteurización correspondiente, pueden contener microorganismos y representar un riesgo para la salud.
Enfermedades como la tuberculosis bovina, la listeria y la salmonella, pueden prevenirse con un adecuado proceso de pasteurización de la leche y sus derivados, por lo que la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Morelos (COPRISEM), ha capacitado a productores de leche y elaboradores de queso artesanal, sobre la importancia del uso de la pasteurización, condiciones del proceso y prácticas sanitarias adecuadas en la ordeña manual.
La Secretaría de Salud recomienda a la población que al momento de adquirir productos lácteos, especialmente si se trata de quesos frescos, observen que estos estén etiquetados para su venta individual, que la etiqueta contenga el nombre del responsable de la fabricación, fecha de caducidad y ostente la etiqueta “Elaborado con leche pasteurizada”.
De igual modo, se recomienda a la población que si se compra queso a granel, el vendedor muestre la envoltura con la etiqueta del producto que debe contener los aspectos antes mencionados, además de verificar que el cuchillo con el que se corta esté limpio y no sea el mismo con el que se despachan otros alimentos como cárnicos crudos.
La falta de refrigeración favorece la reproducción de bacterias, por lo que se deben adquirir sólo productos refrigerados y conservarlos de inmediato en refrigeración al llegar a casa.
Finalmente, se recomienda a la población que al momento de comprar productos lácteos verifique que la persona que lo atienda tenga una apariencia de limpieza y pulcritud, los productos se encuentren refrigerados o cubiertos, así como que los utensilios con que se cortan, rebanan y pesan se encuentren limpios.
